Un terremoto de magnitud 6.3 sacudió este jueves las islas Kermadec, un archipiélago perteneciente a Nueva Zelanda, sin que las autoridades informaran de daños materiales ni emitieran una alerta de tsunami.
El sismo ocurrió a las 22:56 horas (tiempo local) y su hipocentro fue localizado a 10 kilómetros de profundidad bajo el lecho marino en el océano Pacífico, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que vigila la actividad sísmica en todo el mundo.
El temblor tuvo lugar 961 kilómetros al noreste de Ngunguru, una localidad en el extremo norte de Nueva Zelanda, y mil 10 kilómetros al suroeste de Nuku’alofa, en el país polinesio de Tonga.
Las islas Kermadec, situadas entre Nueva Zelanda y Tonga, están deshabitadas, con la excepción del personal de la base permanentemente instalada en la isla de Raoul, que tiene una estación meteorológica y de radio.
A comienzos del mes pasado, las autoridades neozelandesas activaron la alerta de tsunami dos veces, para luego levantarlas, tras varios fuertes sismos, incluido uno de magnitud 7.3 frente a la costa nororiental y otro de magnitud 8.1 cerca de las Kermadec.
Nueva Zelanda se asienta en la falla entre las placas tectónicas del Pacífico y Oceanía, y registra cerca de 14 mil terremotos cada año, de los que entre 100 y 150 tienen la suficiente potencia como para ser percibidos.