Con el riesgo de desviar la atención antes de una semana decisiva, con eliminatoria de la Liga de Campeones ante el Liverpool y el clásico del fútbol español, y la imposibilidad de ceder puntos en el pulso liguero, el Real Madrid recibe a un Eibar necesitado antes de la tormenta.
Y lo hace digiriendo el malestar de perder nuevamente a su capitán tras un capítulo en el que Zinedine Zidane no ve culpables, pero que deja las peores consecuencias. Pierde a Sergio Ramos en un momento clave del curso tras acudir a la llamada de la selección pese a perderse el último compromiso ante el Celta, no dejar buenas sensaciones en su primer partido con España y acabar jugando cinco minutos del último, solamente por sumar una internacionalidad.
La lesión muscular posterior priva al Real Madrid de su líder y aumenta la plaga de lesiones con la que capea como puede Zidane durante toda la temporada. En defensa tampoco puede recuperar aún a Dani Carvajal y un problema muscular deja fuera de combate el uruguayo Fede Valverde. No está el panorama para forzar, por lo que no regresará aún Eden Hazard y todo apunta a la suplencia de Toni Kroos, ante lo que viene y por estar recién recuperado de unas molestias musculares que le hicieron volverse sin jugar de la selección alemana. Isco gana opciones de titularidad.
El parón no le vino bien a un Real Madrid que mantenía una racha de diez partidos sin perder y tomaba vuelo en su objetivo de lograr títulos grandes. A seis puntos del Atlético de Madrid, ya no está permitido el fallo y las derrotas ligueras de local ante equipos del perfil del Eibar, como ocurrió con el Cádiz o Alavés, sirven de aviso a los jugadores de Zidane.
- Ante el Eibar fue el momento en el que inició una nueva vida y el camino hacia el último título de Liga, en el regreso del fútbol tras el confinamiento con tres meses de parón. Fue el pasado 13 de junio, el día de la mudanza del Santiago Bernabéu al Alfredo di Stéfano, donde sigue disputando sus encuentros sin público.