La derecha de Chile sufrió este domingo una derrota en los megacomicios regionales y municipales que se celebraron en paralelo a las elecciones para elegir a los 155 candidatos que redactarán la nueva Carta Magna, una votación en la que los conservadores también quedaron mal parados.

En las regionales, en las que por primera vez se escogía a los gobernadores de las 16 divisiones del país, solo 3 candidatos obtuvieron el apoyo suficiente para no ir a segunda vuelta -todos de izquierdas-, mientras que en las municipales la derecha se desplomó, pasando de tener 145 alcaldías en 2016 a 88.

La izquierda se impuso en barrios emblemáticos como el centro urbano de Santiago, donde la comunista Irací Hassler superó a Felipe Alessandri, que se presentaba a la reelección.

«Vamos a tener una transformación desde los barrios de la comuna de Santiago para conquistar la dignidad y el buen vivir«, dijo Hassler, quien llevará al Partido Comunista por primera vez a la alcaldía capitalina.

El oficialismo también perdió las alcaldías de las turísticas ciudades costeras de Valparaíso y Viña del Mar, esta última en la que los conservadores habían gobernando durante casi 20 años y en donde se impuso una candidata del Frente Amplio.

«Lo que en un momento fueron esperanzas escritas por el puño y letra de personas viñamarinas hoy se vuelve una realidad concreta. En equipo ganamos y en equipo vamos a gobernar Viña del Mar«, dijo la alcaldesa electa, Macarena Ripamonti.

Segunda vuelta

Por primera vez en su historia, Chile dio un paso hacia la descentralización eligiendo a los gobernadores de sus 16 regiones, un cargo que desde hacía décadas era designado por el ejecutivo.

Solo tres regiones no deberán ir a segunda vuelta: Aysén y Magallanes (en el extremo sur del país), donde vencieron los candidatos de izquierda Andrea Macía y Jorge Flies, y Valparaíso, donde se impuso el activista ambiental independiente Rodrigo Mundaca.

«Gracias a todos que creyeron en nosotros, se pusieron de pie y echaron a andar por hacer de Valparaíso una región de derechos«, indicó Mundaca, un ferviente defensor de la desprivatización del agua en una de las zonas con mayor estrés hídrico del país.

En las otras 13 regiones, los dos candidatos más votados deberán volver a competir en las urnas el próximo 13 de junio, pero solo 9 candidatos de los 26 son de la derecha oficialista.

En la codiciada Región Metropolitana, la que alberga la capital y donde viven 8 de los 19 millones de habitantes del país, irán al balotaje el democristiano Claudio Orrego y la izquierdista Karina Oliva, dejando atrás a otros nombres sonados del oficialismo como Catalina Parot.

«Somos una alternativa que nace desde la humildad, el respeto y la empatía. Creemos que esos son los valores que representan al estallido social«, afirmó Oliva.

La derecha también fue el gran perdedor de las elecciones constituyentes, en las que obtuvieron menos de un tercio de los escaños de la convención, el porcentaje necesario para influir en el texto y vetar artículos.

Javier Macaya, presidente de la ultra conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido de derecha más grande de Chile, dijo que el país «ha entregado una señal que tenemos que ser capaces de escuchar» y que «los bloques políticos tradicionales no han recibido importantes votaciones«.

Contra todo pronóstico, los independientes y la oposición obtuvieron más de dos tercios de los escaños para redactar la nueva Carta Magna, que será paritaria entre hombres y mujeres y la primera que nace de un proceso plenamente democrático y participativo en la historia del país.

Los megacomicios se celebraron en dos días debido a la pandemia de covid-19 que obligó a posponer la votación, inicialmente programada para abril, y hubo una oferta electoral de casi 17 mil candidatos en total.