Un policía fue asesinado y otros dos agentes resultaron gravemente heridos en Cali, epicentro de los disturbios en el marco de las protestas que comenzaron el pasado 28 de abril contra el gobierno de Colombia, informaron este sábado fuentes oficiales.

La víctima mortal fue el patrullero Juan Sebastián Briñez, quien falleció esta madrugada en Cali luego de recibir un disparo de fusil por parte de vándalos.

Un disparo de fusil terminó con la vida de este héroe de 22 años que defendía su país. Solidaridad con su familia. Dos policías más fueron heridos«, informó en su cuenta de Twitter el ministro de Defensa colombiano, Diego Molano.

Por su parte, el director de la Policía Nacional, mayor general Jorge Luis Vargas, aseguró que rechaza «de manera contundente el hecho registrado en Cali, donde criminales disparan contra nuestros policías que se encontraban restableciendo el orden en el sector de Calipso«.

Allí pierde la vida un patrullero del EMCAR (Escuadrón Móvil de Carabineros) y dos más del ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios) resultan gravemente heridos«, agregó Vargas.

Según cifras del Ministerio de Defensa, actualizadas hasta ayer, mil 29 uniformados han sido lesionados y otro más fue asesinado durante las manifestaciones, mientras que 95 Comandos de Atención Inmediata (CAI) y nueve estaciones de la policía han sido vandalizadas, destruidas o incineradas.

Ataque sexual a una policía

Una agente de la Policía de Cali denunció que varios hombres intentaron abusar sexualmente de ella el pasado 29 de abril cuando se resguardó en un CAI, una especie de comisaría, que fue atacado por un grupo de personas, que entraron dentro y la agarraron.

«Me tumbaron al piso al lado derecho del CAI, y empezaron a golpearme, a insultarme, empezaron a despojarme de todas mis pertenencias«, denunció la agente, de la que no se ha revelado la identidad, pero que contó su caso ayer en un video divulgado por la institución donde explica que uno de los agresores se le subió encima e intentó desnudarla.

Cali, la ciudad principal del suroeste colombiano, ha sido escenario de grandes alteraciones del orden público desde hace tres semanas cuando miles de personas salieron a manifestarse en las calles contra las políticas sociales y económicas del presidente Iván Duque.

Allí han ocurrido la mayor cantidad de víctimas, y los disturbios y enfrentamientos entre la fuerza pública y civiles han dejado decenas de heridos, así como millonarias pérdidas económicas en esta ciudad agroindustrial, capital del departamento del Valle del Cauca.

Según datos oficiales de la Fiscalía General y el Ministerio de Defensa, 15 muertes han sido confirmadas en relación con las protestas de las 42 reportadas a las autoridades.

La ONG Temblores, por su parte, reporta que la violencia policial es responsable de 43 homicidios ocurridos durante las marchas.