A una semana de las elecciones intermedias en México, consideradas las más grandes de la historia del país, la tensión aumenta con acusaciones entre candidatos, partidos y autoridades, una elevada violencia electoral y la persistente intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para la politóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Martha Singer, el actual proceso electoral «ha estado marcado desde mucho antes de que se designaran a los candidatos, por la confrontación entre la oposición y el Gobierno Federal» en unos comicios donde se renovarán la Cámara de Diputados, 15 de los 32 gobernadores, 30 congresos locales y 1.900 ayuntamientos.
Singer consideró que el fondo de la actual confrontación que ha llegado hasta las elecciones «es la trivialidad» y hasta ahora se ha visto «a una oposición muy desesperada y con falta de coherencia».
Lo que tenemos como resultado es ese tono descalificador que va en aumento de un lado y del otro, los ánimos están muy caldeados» en algunos sectores de la sociedad.
- Aunque hasta ahora el proceso electoral mexicano se ha llenado de acusaciones, la participación del presidente y la violencia político-electoral han marcado esta etapa aunque, según la autoridad electoral, «no se pondrá en riesgo» la instalación de las 166.000 mesas electorales el 6 de junio.