La mejora en el estado de Christian Eriksen y su petición de continuar jugando la Eurocopa ha devuelto el ánimo a la selección danesa, cuyos responsables no ocultan su malestar por haber tenido que jugar golpeados por el colapso sufrido por su estrella sobre el césped del estadio Parken.
Honestamente creo que no deberíamos haber vuelto al campo. Tengo un poco de mala conciencia», admitió este domingo en rueda de prensa el seleccionador Casper Hjulmand, que elogió la entereza de sus hombres para volver al campo y completar un partido que merecieron ganar pero acabaron perdiendo frente a la bisoña Finlandia (0-1).
A los jugadores daneses la organización les planteó dos opciones después de que el partido estuviese suspendido durante más de una hora: salir a completar los cerca de 50 minutos que quedaban o jugarlos el domingo al mediodía. Escogieron la primera porque «nadie podía imaginarse irse a dormir y tener que jugar hoy».
Sé que es una decisión difícil, mirando hacia atrás creo que fue una decisión equivocada. Los jugadores estaban en shock, no sabían si habían perdido a su amigo. No deberíamos haber jugado, es una sensación que tengo. Fue una decisión muy dura», señaló Hjulmand.
- El máximo responsable de selecciones de la DBU, Peter Møller, apoyó al seleccionador, pero se mostró más comprensivo: aludió a los problemas organizativos de un torneo que se juega en once sedes y negó haber recibido presión alguna de la UEFA.