El sur de Madagascar vive su peor sequía en cuarenta años, causada por el cambio climático, lo que ha llevado a más de 1.14 millones de personas a sufrir inseguridad alimentaria en una crisis «invisible» ante el mundo, denunció hoy la ONU.

«Ha habido sequías consecutivas en Madagascar que han llevado a las comunidades al borde de la inanición«, advirtió este miércoles en un comunicado el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, David Beasley, que visitó esta semana la zona.

«Las familias están sufriendo y la gente está muriendo de hambre severa. Esto no se debe a la guerra o al conflicto, sino al cambio climático«, agregó Beasley.

De estas personas, unas 14 mil se encuentran en situación de hambruna o «catástrofe humanitaria«, el nivel más alto de inseguridad alimentaria según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF), una herramienta desarrollada por la ONU y otros organismos internacionales.

Esa cifra se duplicará para el mes de octubre, hasta 28 mil, advirtió el organismo.

Miles de personas han sido desplazadas forzosamente por la crisis y las que se han quedado en sus casas se han visto obligadas, por ejemplo, a alimentarse de lo que encuentran en los bosques.

Asimismo, la desnutrición aguda global -moderada o severa- entre los niños malgaches menores de cinco años se duplicó en los últimos cuatro meses, alcanzando a 16.5 por ciento del total.

«Las familias han estado viviendo de frutos rojos de cactus, hojas silvestres y langostas durante meses«, aseguró Beasley, quien vio, durante su visita al país insular, «a mujeres y niños que (…) tenían que caminar horas para llegar a nuestros puntos de distribución de comida«.

El pasado 21 de mayo, Amnistía Internacional (AI) ya alertó de que más de un millón de personas sufren una «devastadora hambruna» en el sur de Madagascar y aseguró que «existe una necesidad inmediata de una acción regional y mundial coordinada para ayudar a evitar lo que fácilmente podría convertirse en una catástrofe humana«, según la asesora del programa de AI en el país, Tamara Léger.

Las lluvias han ido disminuyendo durante el último siglo en el sur de Madagascar, mientras las temperaturas medias han aumentado en los últimos quince años, indicó AI.

La actual crisis se tornó crítica en septiembre de 2020, al comienzo de la temporada de escasez agrícola en medio de la peor sequía que soporta la isla en décadas.