El arzobispo de Miami, Thomas Wenski, concelebró este martes una misa por Cuba en la que pidió a Dios que ayude a los cubanos que reclaman libertad en las calles y haga que las autoridades cubanas recapaciten en su «obstinación en el poder».

Wenski pronunció esas palabras en la homilía de la misa especial por Cuba celebrada en la Ermita de la Virgen de la Caridad, la patrona de Cuba, un santuario ligado al exilio cubano en Miami.

En la misa participaron la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y el alcalde de la ciudad de Miami, Francis Suárez, y se rezó por el «eterno descanso» de las 37 víctimas del «remolcador 13 de marzo» al cumplirse 27 años de su hundimiento en la bahía de La Habana por «fuerzas represivas».

Wenski, con la mitra y el báculo de su jerarquía eclesiástica, destacó el derecho a poner «rumbo a la libertad» que tiene un pueblo «cansado de vivir con cadenas» y de «consignas de muerte».

  • El arzobispo subrayó que «libertad, patria y vida» es ahora el lema de los que participan en la protestas en Cuba y pidió a Dios que les ayude en esta «gravísima coyuntura».