El gigantesco incendio activo desde hace cuatro semanas en el noreste de California (EE.UU.) ya ha destruido más de 550 viviendas, y los bomberos solo lo tienen contenido en un 30 %, informaron este miércoles las autoridades.

Hasta el momento, el incendio Dixie, bautizado así por el nombre de la carretera de montaña junto a la que se inició, lleva calcinadas 202.700 hectáreas, según los últimos datos del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire).

El fuego, que arrasa desde el pasado 14 de julio una zona montañosa cercana al Parque Nacional Lassen, ya es el segundo más grande jamás registrado en la historia del estado, únicamente superado por el August Complex del año pasado, aunque ese incendio fue resultado de 38 fuegos distintos en la misma área.

Mil construcciones quemadas

De acuerdo a los datos más actualizados de Cal Fire, las llamas han carbonizado más de 1.000 construcciones humanas, de las que 555 son casas, 131 son locales comerciales y el resto se consideran «estructuras menores», como torres de vigilancia, cobertizos, etc.

Pese a sus grandes dimensiones y su capacidad destructora (Dixie es el decimoquinto incendio que más construcciones ha arrasado en la historia reciente del estado), por el momento no hay que lamentar víctimas mortales.

En su último informe, Cal Fire explicó que los fuertes vientos de las últimas horas, así como el aumento de las temperaturas y la caída de la humedad, han dificultado las tareas de extinción de los bomberos.

No obstante, la contención de las llamas ha avanzado ligeramente, pasando del 25 % del martes al 30 % actual.

Un pueblo entero, arrasado

La semana pasada, Dixie prácticamente arrasó por completo Greenville, una pequeña población de algo más de mil habitantes ubicada en el condado de Plumas.

La investigación sobre la causa del incendio todavía sigue abierta y la principal hipótesis con la que se trabaja es la de un fallo en la red eléctrica.

La documentación entregada a la Comisión Pública de Suministros de California indica que un operario de la compañía PG&E se encontraba reparando un problema en una línea eléctrica cuando observó cómo los fusibles en mal estado en lo alto de una torre habían iniciado un fuego en el sotobosque.

PG&E (como se conoce popularmente a Pacific Gas & Electric) es la mayor empresa proveedora de electricidad en EE.UU., y suministra energía a prácticamente la totalidad de la población del centro y el norte de California.

PARADISE REVIVE LA PESADILLA

El fuego trae los peores recuerdos a los vecinos de la cercana Paradise, una ciudad que fue arrasada en 2018 por el incendio más mortífero de la historia de California, en el que murieron 85 personas y que también se inició por un fallo en una línea de PG&E.

Las altas temperaturas y la falta de lluvia en los últimos meses han adelantado significativamente la temporada de incendios este año en California, que normalmente es entre septiembre y noviembre, pero que en 2021 empezó ya en junio.

Fuera de California, en el vecino estado de Oregón, los bomberos tienen ya prácticamente contenido del todo el incendio conocido como Bootleg, que fue declarado tras la caída de un rayo el pasado 6 de julio en la zona boscosa de Winema-Fremont.

Las llamas calcinaron 167.000 hectáreas a lo largo de varias semanas, pero en estos momento se encuentra contenido ya en un 98 %.