Un terremoto de magnitud 7.2 se registró la mañana de este sábado en el sur de Haití y dejó al menos 29 muertos y múltiples imágenes de destrucción en varias construcciones.
La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, en inglés), que vigila la emergencia de posibles tsunamis en todo el mundo, avisó de la «amenaza» de que se produzcan olas gigantescas casi una hora después de que se registrara el fuerte terremoto.
«Olas de tsunami que pueden llegar a 1 o 3 metros sobre el nivel de la marea son posibles en algunas costas de Haití», indicó la NOAA en su alerta que duró solo algunos minutos.
Añadió que dicho tsunami podría alcanzar las costas de Puerto Príncipe, las de la ciudad sureña de Jacmel y las de Jérémie (suroeste) y que la amenaza podría durar «muchas horas después de la ola inicial», ya que el intervalo entre olas peligrosas puede ser «de cinco minutos a una hora».
El terremoto se registró a las 08.29 hora local al noreste de Saint-Louis du Sud, en el sur de Haití, y tuvo una profundidad de 10 kilómetros, de acuerdo con el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, en inglés).
Esa agencia geológica asignó a este terremoto una alerta roja en su escala de daños humanos, que significa que «es probable que haya un alto número de víctimas y es probable que el desastre afecte a una zona extensa», indicó en su página web.
«En el pasado, otros eventos con este nivel de alerta han requerido una respuesta de nivel nacional o internacional».
En enero de 2010, un terremoto de magnitud 7 en Haití dejó 300.000 muertos, igual cantidad de heridos y 1,5 millones de damnificados.
En cuanto al posible impacto económico de este nuevo sismo, el USGS emitió una alerta naranja, que implica que «es probable que haya daños significativos», y que las pérdidas económicas estimadas son de «entre el 0 y el 3 % del PIB de Haití».
Recordó que la mayoría de la población de la zona afectada por el sismo «reside en estructuras que son vulnerables a los temblores de un terremoto», como aquellos construidos con barro o adobe.
El sismo se sintió con intensidad «muy fuerte» en Saint-Louis du Sud, Aquin y otras localidades del suroeste del país, mientras que se notó de forma «moderada» en Puerto Príncipe, «ligera» en Kingston (Jamaica) y «débil» en Santo Domingo (República Dominicana), según el USGS.