La judoca Lenia Ruvalcaba sumó este domingo en Tokio un nuevo color a su medallero Paralímpico, tras un impresionante historial de cuatro Juegos, una plata, un oro y ahora el bronce.

La mexicana Lenia Ruvalcaba empieza todos sus combates de judo adelantándose con ímpetu a su rival y así lo hizo en un torneo por el bronce en el que se midió contra la turca Raziye a quien derribó de «Ippon».

A sabiendas de que era su última oportunidad para entrar en el podio de Tokio entró al tatami paralímpico con un grito de guerra, y con un grito victorioso salió, para después santiguarse y romper a llorar durante varios minutos.

Al contrario que en el deporte convencional, en parajudo los atletas con discapacidad visual se agarran al «judogi» del rival como pistoletazo de salida, para que la ceguera no sea una desventaja frente a frente.

  • A pesar de que Ruvalcaba empezó la jornada contra la georgiana Kaldani en cuartos de final y realizó un buen inicio espoleada por los «Sigue! ¡Sigue!» que sonaban en las gradas, su rival no se amedrentó y en segundos logró darle la vuelta al combate y tumbar de «Ippon» a la mexicana.