Sorprendidos y alegres, Raúl, Jimena, Miguel y otros 37 niños entre 2 y 5 años de una comunidad de unos 1.000 habitantes en el estado de Oaxaca, que sufrió severos daños en el sismo de 2017, entran a su nueva escuela, reconstruida dentro del proyecto de Iberdrola México «Construir para educar».
Esta es una experiencia inolvidable, son pocas las personas que tienen esta oportunidad. Y estoy agradecida, con todos los alumnos y padres, de poder disfrutar todo lo que nos donaron y apoyaron. Estoy feliz y contenta por tener al fin una escuela segura», relata a Efe Gloricel Jiménez, directora del centro.
El centro de educación inicial indígena inaugurado el pasado viernes en Santa Cruz Bamba y Garrapatero, en Santo Domingo Tehuantepec, una ciudad perteneciente a la región del Istmo de Tehuantepec del sureño estado de Oaxaca, es uno de los 50 centros que Iberdola se comprometió en diciembre de 2019 a reconstruir después de los daños de los terremotos de septiembre de 2017.
Según cuenta la maestra y directora, la valla anterior no cubría más del 40 % del perímetro de la escuela, por lo que los niños no estaban seguros.
- Ahora, lo primero que se ve al llegar al recinto, ubicado en el lado opuesto a la entrada del poblado, es un sólido portalón y un cercado.