Casi dos meses después de la dolorosa derrota en la final de la Eurocopa, Inglaterra volvió a Wembley para dar un paso más en su clasificación al Mundial de Catar con un triunfo a medio gas ante Andorra (4-0) en el que brilló mucho Jesse Lingard, con un doblete y una asistencia.
Gareth Southgate revolucionó el once que sacó en el triunfo contra Hungría consciente de que la debilidad de los andorranos no pondría en peligro cualquier tipo de experimento. Y acertó. Metió once cambios, incluyendo la entrada del portero Sam Johnstone, primer futbolista del Championship en tres años en jugar con Inglaterra, Patrick Bamford, el máximo goleador del Leeds United, y Jesse Lingard, uno de los descartados de la Euro.
El jugador del Manchester United fue el primero en reivindicarse, el primero en derribar a unos andorranos que aguantaron el tipo 15 minutos, hasta que Lingard cazó una pelota en el punto de penalti y la cruzó junto al palo izquierdo de Gomes. Tres años después de su último gol con la selección, lo celebró como Cristiano Ronaldo, su nuevo compañero de equipo. El ’10’ de Inglaterra estaba desatado y tan solo dos minutos después hizo su segundo, picándola delante del portero, pero fue anulado por fuera de juego claro.
Era el partido de Lingard, la mayoría de acciones ofensivas pasaban por él y cuando tenía que caer una patada para cortar el avance inglés, la facturita le tocaba a él. El atacante estaba deseoso de mostrarse, consciente de lo que supuso su ausencia en la Euro y lo difícil que lo va a tener en un United lleno de estrellas.
- 4-0 para Inglaterra, que se dejó los goles para el final y que cada vez tiene Catar más cerca, puesto que lidera el grupo I con 15 puntos, seis más que Albania.