El Partido Popular Europeo (PPE) se reunió este jueves en Berlín para despedir a la canciller Angela Merkel tras 16 años al frente de Alemania y arropar a un candidato conservador, Armin Laschet, con los sondeos en contra.

El encuentro se celebró a 17 días para las elecciones del 26 de septiembre, las más inciertas en más de una década por la marcha de Merkel y la volatilidad de las encuestas, que hace apenas dos semanas empezaron a dar como líder a los socialdemócratas en detrimento de los conservadores.

Las intervenciones de diferentes líderes conservadores europeos coincidieron en ensalzar a Merkel -de su gestión de las diferentes crisis a su estilo consensual- y en alertar ante un posible un cambio de gobierno en Berlín con la llegada de la izquierda al poder.

El propio Laschet mostró su «gran preocupación» por un posible tripartito progresista en Berlín de socialdemócratas, verdes y La izquierda, una opción aritméticamente viable según los últimos sondeos, que «altere los equilibrios en Europa».

En este sentido, el presidente del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber, advirtió que esta alianza «ahondaría las fracturas» actuales de la Unión Europea (UE) cuando lo que a su juicio necesita el bloque es alguien en Cancillería que sepa trabar consensos.

«Por eso Laschet debe acceder a la Cancillería», prosiguió Weber, porque «sabemos lo importante que es un gobierno popular en Berlín para el conjunto del continente».

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, destacó en su intervención su apoyo a Laschet en una «elección clave» para Alemania y la Unión Europea (UE) y agradeció a Merkel su «trabajo extraordinario en Alemania, en toda Europa y en el mundo».

El canciller austriaco, Sebastian Kurz, aseguró que «no da igual quién gobierne en Berlín» porque «una coalición de izquierdas significaría no sólo otra Alemania sino también otra Europa» y la instauración de una «Unión de la deuda».

«Alemania no es sólo Alemania», advirtió posteriormente en una rueda de prensa en la que deseó «todo lo mejor» al candidato conservador para estas «decisivas» elecciones. Europa, en su opinión, debe mantenerse atractiva para los negocios y competitiva.

«Laschet, como candidato cristianodemócrata, es la persona correcta para liderar Alemania en el futuro», aseguró Kurz.

El alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, consideró que la UE en estos años ha estado con Merkel en «buenas manos» navegando las diferentes crisis.

Laschet se reivindicó ante sus correligionarios, pidió una «década de modernización» para Alemania y la UE que combine competitividad, reforzar Europa y «una especie de FBI europeo» para combatir el crimen transnacional y el terrorismo internacional.

MERKEL: MANTENER LA CANCILLERÍA NO «SIN ESFUERZOS»

Merkel, que intervino en el encuentro a puerta cerrada pero luego compareció ante los medios, reconoció que el bloque conservador era consciente de que mantenerse en el Ejecutivo tras sus 16 años en Cancillería no era sencillo.

«Para todos en la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) estaba claro que tras 16 años (en el gobierno) no se iba a llegar a la Cancillería automáticamente y sin esfuerzos», subrayó.

Preguntada sobre la posibilidad de que el bloque conservador alemán pierda las elecciones del 26 de septiembre y vuelva a la oposición, la canciller se limitó a decir que su papel no es entrometerse en la campaña y destacó que nada está decidido hasta el día de las urnas: «Se está luchando y al final se contará».

Según los sondeos publicados esta semana, el SPD lograría entre un 25 y un 27 % de los votos, mientras que el bloque conservador obtendría entre un 19 y un 25 %. Les seguirían Los Verdes (15,5 – 17 %), el Partido Liberal (FPD) (9,5 – 13 %), el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) (11 – 12 %) y La Izquierda (6 – 6,5 %).

Con estas cifras -y el mantenimiento general del «cordón sanitario» a la ultraderecha- todas las combinaciones posibles para formar una coalición con mayoría parlamentaria son tripartidos inéditos a nivel federal y programáticamente complejos.

Socialdemócrata y conservadores podrían fraguar sendas coaliciones con Los Verdes y el FDP, aunque también sería posible que los dos grandes partidos se aliasen y tomasen a ecologistas o liberales como tercer socio.

También podría llegar a sumar la combinación de socialdemócratas, verdes y La Izquierda.