El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, de 79 años, contra el que la fiscalía de su país dictó una orden de detención aseguró este lunes en Madrid que regresar a Nicaragua supondría la cárcel y, por lo tanto, la muerte para él por la falta de cuidados médicos: «ellos son muy despiadados», ha dicho.
El escritor nicaragüense depositó un legado in memoriam de Rubén Dario en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, un acto en el que estuvo acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, que le garantizó que puede «contar con España y con el gobierno de España en estos momentos difíciles frente a unas acusaciones absolutamente infundadas por la fiscalía nicaragüense».
Ramírez, que agradeció todos los apoyos que está recibiendo estos días, aseguró que este «exilio forzado» es lo más duro que podía vivir, tener «las puertas cerradas por una dictadura enemiga de los libros».
Y agregó: «estoy siendo perseguido porque escribí una novela que desnuda atropellos, violaciones y asesinatos de decenas de jóvenes en 2018 y esa es la verdadera razón».