Un total de 56 aviones de combate chinos entraron ayer por la noche en la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Taiwán, denunció el Ministerio de Defensa de la isla en un comunicado.
Según la cartera castrense, se trató de dos incursiones separadas en la zona suroeste del ADIZ en las que participaron cazas J-16, J-11 y Su-30, bombarderos H-6, aviones-radar KJ-500 y aviones de reconocimiento Y-8.
La Fuerza Aérea isleña emitió advertencias por radio y movilizó unidades hasta que los aviones chinos abandonaron la ADIZ taiwanesa, la cual no está definida ni regulada por ningún tratado internacional y no equivale a su espacio aéreo, sino que abarca un área más extensa que incluye áreas de China continental.
Estos 56 aviones suponen una cifra récord en las cada vez más frecuentes incursiones de aviones chinos en la ADIZ taiwanesa, y se suma a otras dos realizadas los pasados 3 y 1 de octubre.
Además, se produce un después de que Estados Unidos urgiera a China a que pusiera fin a esta práctica, a la que calificó de «provocadora» y «desestabilizadora».
En respuesta a Washington, la portavoz de Exteriores china Hua Chunying aseguró en la noche del lunes que «Estados Unidos debe dejar de apoyar a las fuerzas que están a favor de la ‘independencia de Taiwán’ y, en su lugar, tomar medidas concretas para mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho».
«Estados Unidos hizo mal al vender armas a Taiwan y al fortalecer los lazos oficiales y militares con la isla, incluyendo un plan de venta de armas a Taiwán por valor de 750 millones de dólares, el aterrizaje de aviones militares estadounidenses en Taiwán y la navegación de buques de guerra a través del Estrecho», afirmó.
«China se opone firmemente a todo esto y ha tomado medidas que considera necesarias», agregó la portavoz.
Según expertos citados por el rotativo chino Global Times, esta última incursión es «una fuerte advertencia tanto para los secesionistas taiwaneses como para las fuerzas extranjeras que los apoyan».
Por su parte, analistas taiwaneses afirmaron el lunes que China tiene como objetivo «aumentar la presión sobre Taiwán y mostrar su poderío militar a los países vecinos, así como a Estados Unidos y Reino Unido».
La cifra de aviones militares chinos que se adentran en la ADIZ taiwanesa ha aumentado en los últimos meses.
El 24 de septiembre, Taiwán denunció que 24 aviones de combate chinos llevaron a cabo incursiones similares después de que la isla solicitara incorporarse al Acuerdo Progresivo e Integral para la Asociación Transpacífica (CPTPP), algo a lo que Pekín se opone «categóricamente».
Taiwán se considera un territorio soberano con Gobierno y un sistema político propios bajo el nombre de República de China desde el final de la guerra civil entre nacionalistas y comunistas en 1949, pero Pekín mantiene que es una provincia rebelde e insiste en que retorne a lo que denomina patria común.
La isla es, además, uno de los mayores motivos de conflicto entre China y Estados Unidos, debido sobre todo a que Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de un eventual conflicto bélico con China.
En 1979, tras romper los lazos diplomáticos con Taipei y establecerlos con Pekín, Estados Unidos adoptó el Acta de Relaciones de Taiwán, en la que se comprometía con la defensa de la isla y el suministro de equipos bélicos, un compromiso que ha generado numerosas fricciones entre ambas potencias.