Los jefes de Estado o de Gobierno del G20 se comprometieron hoy en Roma a vacunar a al menos el 70 por ciento de la población mundial en 2022, mediante el reparto del fármaco contra el coronavirus a países pobres, confirmaron fuentes de la cumbre.

Los distintos ministros de Sanidad y de Economía del foro de las veinte potencias del planeta ya adelantaron ayer la intención de alcanzar este objetivo, propuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El acuerdo pasa por vacunar al 40 % de la población mundial este mismo año y el 70 % para el 2022, tal y como ilustró en la apertura de la cumbre en Roma por el primer ministro anfitrión, el italiano Mario Draghi.

Esto para lograr «planamente el objetivo de una verdadera y equitativa recuperación» y fue consensuado por todos los líderes reunidos en la cumbre, agregaron las fuentes.

En su primera jornada de debates, el G20 celebró un panel titulado «Economía y salud global» para afrontar soluciones a la crisis sanitaria provocada por el coronavirus en el último año y medio, una cuestión afrontada por todos los líderes en sus discursos.

Además «muchos» de ellos defendieron la necesidad de mantener una política «multilateral» en busca de esas soluciones.

Para alcanzar el objetivo, además de donar dosis a los países en vías de desarrollo, también se habló de la necesidad de aumentar la capacidad productiva y transferir tecnologías en zonas como África, también para prevenir crisis sanitarias futuras.

Italia, con la presidencia de turno del G20 este año, propuso reforzar los organismos mundiales sobre Sanidad para «suplir la coordinación insuficiente entre las autoridades sanitarias y financieras evidenciado durante la pandemia».

Acuerdan impuesto mínimo global de 15%

Los líderes del G20 acordaron hoy en Roma la adopción de un impuesto mínimo global a sociedades de al menos el 15 %, como medida para lograr un sistema tributario más justo y evitar que las empresas se beneficien de regímenes fiscales complacientes y no paguen impuestos en los países en los que operan, informaron hoy fuentes conocedoras de las sesiones, que se celebran a puerta cerrada.

Según las fuentes, los líderes alcanzaron este histórico acuerdo tras cuatro años de intenso debate, un sistema que estará basado en dos pilares y que abordará los retos fiscales que plantea la digitalización y globalización de la economía.

El mecanismo, que se adoptará para 2030, sigue el camino ya trazado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de un sistema sustentado en dos pilares: el primero fija que el volumen del beneficio residual de las empresas (el que queda después de que el país donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10 % de la rentabilidad) se repartirá entre los países donde operan las compañías, y el segundo establece un tipo mínimo de sociedades mínimo del 15 % para las compañías que tengan una facturación de al menos 750 millones de euros.