En el Valle de Toluca, los panteones recobraron vida, pues familiares llevaron luz, calidez y amor a sus fieles difuntos al poder velarlos en el “Día de muertos”, algo que no pasaba desde noviembre de 2019 ante la pandemia de COVID-19.

Metepec, Zinacantepec, San Mateo Atenco, Almoloya de Juárez y en alguno sitios contados en Toluca, son algunos municipios donde se dio el reencuentro entre los seres vivos y los que han partido al otro mundo.

En el panteón de Capultitlán, en la capital mexiquense, la práctica milenaria se hizo con respeto a la pandemia porque las familias cumplieron con el uso de cubrebocas, la aplicación de gel y la sana distancia, pues la convivencia se limitó en las tumbas de sus seres queridos.

De un momento a otro, a esta delegación les avisaron que podían velar pese a que en el ayuntamiento la instrucción inicial fue no dejarlo hacer en los 47 camposantos, dos de orden municipal.

Como familia al menos tienen 12 fosas y en esta ocasión sólo estuvieron en dos para evitar la convivencia con otros habitantes y cumplir con las medidas sanitarias.