Ciudad de México, 9 nov (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el de México, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, se reunirán próximamente en Washington para celebrar la Cumbre de Líderes de América del Norte, informó este martes a Efe una fuente oficial mexicana.

La fecha está todavía por definir y el presidente mexicano dará más detalles de esta cumbre, la primera desde 2016 y conocida popularmente como de los «Tres Amigos», una vez haya regresado de su visita a Nueva York este martes para ofrecer un discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

«Voy a regresar a Estados Unidos, y yo estoy comprometido con ustedes y no les voy a fallar, y voy a hablar con el presidente Biden, que ha actuado de manera muy respetuosa, como también lo hizo el presidente (Donald) Trump», dijo López Obrador desde Nueva York, en un mensaje dirigido a la comunidad migrante.

La Casa Blanca no confirmó este martes inmediatamente la noticia sobre la cumbre, pero un alto funcionario estadounidense dijo la semana pasada a los periodistas que estuvieran «atentos» ante la posibilidad de una próxima reunión entre Biden y López Obrador.

Se espera que López Obrador dé más detalles del encuentro este miércoles en su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.

El presidente López Obrador ha mostrado buena sintonía con Biden desde la llegada a la Casa Blanca del demócrata en enero de 2021 y entre los principales temas regionales que están sobre la mesa está la integración económica, la atención al creciente fenómeno migratorio y la lucha contra la crisis climática.

Las cumbres de los «Tres Amigos», el título con el que se popularizaron las cumbres entre los líderes de Estados Unidos, Canadá y México, terminaron en 2016.

En junio de 2016, en la última cumbre, los entonces presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y México, Enrique Peña Nieto, así como Trudeau, profesaron su voluntad de aumentar su integración.

En ese entonces, el presidente estadounidense Barack Obama, en la que fue su última cumbre norteamericana, se despachó a gusto sobre la etiqueta de «populismo» de algunos políticos.

Y aunque no nombró a Donald Trump, sus dardos iban claramente dirigidos al entonces candidato republicano.