Estados Unidos y Canadá condenaron este jueves las recientes elecciones de Nicaragua en la 51 Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), mientras que México cuestionó la relevancia del órgano regional para enfrentar las problemáticas del continente.
El segundo día de la Asamblea General que se celebra de manera virtual en Guatemala tuvo a Nicaragua como principal punto de debate, además de régimen venezolano.
La «situación» de ambos países prácticamente monopolizó las deliberaciones de los 34 Estados miembros del órgano regional, que celebra del 10 al 12 de noviembre su Asamblea General, pese al constante reclamo en varios momentos de la jornada por parte de Nicaragua durante la sesión de este jueves.
Estados Unidos y Canadá fueron las naciones que con más fuerza criticaron durante sus intervenciones al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que el pasado domingo fue reelecto en unos controversiales comicios calificados como una «farsa» por parte de la comunidad internacional.
Durante su intervención, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, ratificó el rechazo de Washington a los comicios en Nicaragua, además de dirigir sus críticas contra Cuba y Venezuela.
«En las recientes elecciones en Nicaragua, el Gobierno de Ortega evitó que algunos líderes de partidos opositores y de la sociedad civil participaran», recordó Blinken, quien mencionó que su país emitió una resolución en esta asamblea para que condene al Ejecutivo que encabeza el líder sandinista.
El proyecto de resolución en la agenda de la OEA fue incluido en el punto 24 del temario de la Asamblea, promovido por las representaciones de Canadá, Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana y Uruguay, para ser debatido el viernes.
La inclusión de la resolución, a primera hora de este jueves, provocó el rechazo de Nicaragua mediante su representante, Michael Campbell, quien pidió «respeto» para la nación centroamericana.
La propuesta de resolución sobre «la situación de Nicaragua» deplora que el país centroamericano haya hecho caso omiso a las iniciativas diplomáticas y técnicas emprendidas desde junio de 2019 por la OEA para promover la «democracia representativa y la protección de los derechos humanos».
Cuba y Venezuela
En otro tema, el jefe de la diplomacia estadounidense exigió también la «liberación de todos los ciudadanos de Estados Unidos que han sido ilegalmente detenidos en Venezuela».
Además, hizo referencia a Cuba, donde condenó la detención de «muchas personas» durante la jornada de manifestaciones del pasado 11 de julio, entre ellas Yolanda de la Cruz, una joven de 26 años, de quien aseguró «tiene una sentencia de ocho años por haber transmitido en vivo la protesta».
Blinken también recordó que los líderes de oposición cubanos «han convocado para otra protesta el próximo 15 de noviembre».
Una disputa
La canciller canadiense, Melanie Joly, aseguró que su país está «profundamente preocupado por lo que acaba de ocurrir en Nicaragua» en referencia a las elecciones del pasado domingo, a las que describió como «injustas» y que «no fueron libres al encarcelar a los líderes de la oposición, periodistas y miembros de sociedad civil».
«El régimen de Daniel Ortega ha sacado a Nicaragua de la familia de las democracias del hemisferio», esgrimió la funcionaria, quien invitó a los demás países miembros de la OEA a «no quedarnos mirando» y «tomar acciones colectivamente aquí» en la asamblea.
En respuesta, el representante de Nicaragua rechazó las «falsas declaraciones» de Canadá y manifestó nuevamente que «Nicaragua se respeta».
Campbell aprovechó para mencionar que «el mundo entero ha contemplado estupefacto los hallazgos de tumbas sin marcar de niños y niñas» en Canadá.
El embajador de Nicaragua en la OEA sostuvo que «se estima que entre 1883 y 1996 más de 150.000 niños y niñas indígenas fueron separados de sus familias y enviaron a reformatorios gubernamentales donde sufrieron todo tipo de abusos físicos y sexuales, tortura y hasta asesinatos».
Al concluir, el funcionario nicaragüense se preguntó si «¿podrá haber democracia sin la participación plena de los pueblos originarios? ¿Podrá haber democracia sin justicia para tantas familias y comunidades indígenas?».
México defiende al régimen amigo
Al final de la sesión de deliberaciones este jueves, México cuestionó la labor del ente regional y señaló a su secretario general, el uruguayo Luis Almagro, de haber «dañado profundamente» a la Organización de Estados Americanos.
«La OEA debería de ser una organización inclusiva, promotora del diálogo político, de la cooperación, la integración y el desarrollo de los Estados miembros, pero no lo es», dijo la representante permanente de México ante el ente continental, Luz Elena Baños Rivas, durante su intervención.
Con información de EFE