La Policía de Polonia informó hoy de la aparición de un joven sirio muerto en una zona boscosa en las inmediaciones de la frontera con Bielorrusia y en circunstancias aún por determinar.

El cuerpo del joven fue hallado el viernes cerca de la población de Wolka Terechowska, en el noreste de Polonia, informaron fuentes policiales a través de su cuenta en twitter.

«Hasta ahora las actividades sobre el terreno donde fue hallado el cuerpo no han podido determinar las causas de su muerte», prosigue el mensaje.

Según medios polacos, la víctima es un joven de 20 años y se le encontró un pasaporte sirio.

Con ello suben a once el número de muertos en ambos lados de la frontera desde el inicio de la crisis migratoria y fronteriza entre Polonia y los países bálticos, de un lado, y Bielorrusia, del otro.

La situación es de máxima tensión, debido a las gélidas temperaturas nocturnas y al hecho de que la mayoría de las personas concentradas en la zona pasan la noche a la intemperie o en precarias acampadas.

Fuentes policiales polacas afirmaron asimismo que en la noche pasada un centenar de inmigrantes trataron de cruzar la frontera, impulsados por fuerzas de seguridad bielorrusa.

En toda la región rige el estado de emergencia y está cerrado el acceso a esos lugares para los periodistas u otros estamentos para verificar esos datos.

La Guardia Fronteriza polaca había publicado precisamente este viernes un mensaje denunciando que «los niños migrantes son expuestos para despertar más emociones», junto a tres vídeos que muestran a soldados bielorrusos, supuestamente indicando a migrantes que coloquen a los niños cerca de la valla fronteriza.

El portavoz del Ministerio de Servicios Especiales polaco, Stanilaw Zaryn había advertido un día antes, en twitter, de una campaña de propaganda en la que los niños juegan un papel principal.

Al mismo tiempo, las autoridades polacas alertan desde hace días del incremento del número de personas asentadas en el lado bielorruso, incluidos niños y mujeres.

El Gobierno polaco envió hace unas semanas varios convoyes de ayuda humanitaria con alimentos, ropa y material sanitario a la frontera con Bielorrusia, donde se les denegó la entrada a ese paen repetidas ocasiones.

Varsovia acusa al régimen del presidente Aleksandr Lukashenko de fomentar la afluencia de personas desde países como Irak o Siria a las fronteras polaca, letona y lituana.