El Grupo de Puebla, integrado por líderes políticos de izquierda en Iberoamérica, «se ha convertido en un laboratorio de la esperanza para combatir los grandes problemas que la aquejan, como es la desigualdad y la corrupción«, afirmó el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.

Al inaugurar el séptimo encuentro de este movimiento, aquí en la Ciudad de México, al que asisten de manera presencial y virtual 10 presidentes y ex mandatarios de naciones de esta región, el canciller adelantó que las iniciativas y propuestas tiene como interés que la región vuelva a estar unida en favor del desarrollo incluyente dejando atrás el modelo neoliberal causante de la desigualdad.

“Nos une, decía yo, la esperanza, ¿en qué? En que construyamos sociedades libres, justas, igualitarias; jamás nos resignemos a la desigualdad.

“Estamos comprometidas, comprometidos para dar una respuesta al agotamiento y al gran fracaso estruendoso del neoliberalismo en nuestro continente y en todo el mundo, pero también para señalar lo que hoy nos preocupa y lo que lastima a nuestros pueblos”, subrayó.

Recordó la propuesta del presidente Andrés López en Naciones Unidas para que se logre un plan que alivie a las 750 millones de personas en el mundo que actualmente viven en pobreza con solo dólares al día.

“Decía él: si destinamos el .2%, quizá menos, del Producto Interno Bruto de los países sólo del G20, podríamos cambiar eso este año, o cuando muy tarde en 2022.

“Si le cobramos el 4% a las corporaciones de sus inmensas utilidades, las mil primeras del mundo, que se han hecho más ricas en estos años, podríamos modificar esto, sólo 4 por ciento. Si a la lista de los 20 multibillonarios del mundo aportaran el 4%, nada más, cambiaríamos esto de inmediato”, aseguró.

Acompañado de la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, del ex jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y los ex mandatarios de Colombia, Ernesto Samper y de Ecuador, Rafael Correa, el secretario Ebrard Casaubon llamó la atención sobre otro de los problemas que debe afrontar América Latina que es la corrupción.

“La corrupción es privilegio, la corrupción atenta en contra de los valores que defendemos, que es esencialmente la igualdad y la dignidad humana, y todos los que estamos aquí tenemos esa misma causa, sin duda.

“Entonces, ¿por qué decimos que es un laboratorio de la esperanza y por qué le damos la bienvenida? Porque aquí se viene a pensar, a deliberar, a discutir y a proponer con una dimensión de acción. Pensamiento sin acción, sería una propuesta; acción sin pensamiento, nos vamos a extraviar”, expresó.

En tanto, Dilma Rousseff, destacó los gobiernos de los presidentes López Obrador en México, de Alberto Fernández en Argentina y de Luis Arce en Bolivia.

“Yo saludo la cuarta transformación que está en proceso en México porque es una luz en esta trayectoria del Grupo de Puebla y en nuestra conciencia de integración”, dijo.

Por su parte, el ex jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero afirmó que America Latina requiere mayor integración y negó que su problema sea el comunismo.

“Los que dicen que el problema de Latinoamérica es el comunismo y que hay que tumbar un muro de Berlín, no, el problema de Latinoamérica no es el comunismo. El problema de latinoamérica es la desigualdad, es la pobreza y es la falta de respuesta institucional de tantas décadas a la corrupción”, sostuvo.

Alberto Fernández de Argentina afirmó que la pandemia de coronavirus «dejó en claro la desigualdad que el sistema económico ha generado en el mundo”.

“Esa realidad se convierte en un imperativo ético que nos obliga a modificarla”, dijo en su participación virtual.