Rusia calificó hoy de «provocación» la actuación la víspera de un buque ucraniano que se dirigía desde el mar de Azov al estrecho de Kerch, que separa Rusia de la anexionada península de Crimea, y que, según las autoridades rusas, no hizo caso a las advertencias rusas para que diera la vuelta.
«Es evidente que se trata de otra provocación en el mar», dijo la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, en el Primer Canal de la televisión rusa.
El jueves el Servicio Federal de Seguridad (FSB) afirmó que el buque «Donbás» de la Armada ucraniana se dirigía desde el mar de Azov al estrecho de Kerch y que no hizo caso a las advertencias de la Guardia Costera rusa para que cambiara el curso, lo que fue considerado una amenaza para la seguridad de la navegación.
Rusia alegaba que el buque, que más tarde se alejó del estrecho de Kerch, del que se encontraba a unos 29 kilómetros, no había presentado la solicitud necesaria para pasar por el estrecho en virtud de una regulación rusa de 2015.
El mar interior de Azov es compartido por ambos países en virtud de un acuerdo bilateral firmado en 2003, que garantiza la libertad de navegación de las embarcaciones por el estrecho de Kerch, que lo comunica con el mar Negro.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, dijo en el canal 1+1 de la televisión ucraniana que el mar de Azov no es una zona cerrada al tráfico marítimo, por lo tanto, el barco «se encontraba allí por motivos absolutamente legales».
Según recoge la agencia ucraniana UNIAN se trata de un «ataque de información» propagandística de parte de Rusia, en el margen de su «guerra híbrida» contra el país vecino.
El barco «Donbás» es un buque de búsqueda y rescate sin armas que realizaba su trabajo en el mar de Azov, que es de uso conjunto, añadió el titular de Defensa.
En noviembre de 2018 hubo un grave incidente naval entre Rusia y Ucrania en esa zona, cuando Guarda Costas rusas dispararon contra tres barcos ucranianas y les cerraron el paso por el estrecho de Kerch cuando se dirigían hacia el mar de Azov.
Rusia apresó a 24 marineros y Ucrania los declaró prisioneros de guerra. Fueron liberados finalmente en septiembre de 2019 en el primer canje de presos entre ambos países desde que estallara en 20114 la guerra en el este de ucraniano.