El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó el jueves por la noche los pósters de «Se busca» de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.

Una nueva orden ejecutiva de Washington, emitida el miércoles, ofrece 5 millones de dólares por la detención de cada uno de cuatro hijos de Guzmán, como parte de su estrategia contra actores internacionales del narcotráfico.

La agencia estadounidense reveló las órdenes contra Ovidio Guzmán López, Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López, hijos de El Chapo, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, que forman parte de un listado de 25 objetivos relacionados con el tráfico de opioides sintéticos.

En las órdenes se detalla que «los hermanos Guzmán-López supervisan actualmente cerca de 11 laboratorios de metanfetamina en el estado de Sinaloa y que producen aproximadamente entre 3 mil y 5 mil libras de metanfetamina por mes. La metanfetamina se vende al por mayor a otros miembros de Sinaloa y a distribuidores con sede en Estados Unidos y Canadá«.

Sobre Ovidio Guzmán López se menciona que «ha ordenado los asesinatos de informantes, un narcotraficante y un popular cantante mexicano que se había negado a cantar en su boda«.

«Los hermanos Guzmán-Salazar aumentaron su poder en el Cártel de Sinaloa tras extradición de su padre»

Acerca de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, el Departamento de Estado de Estados Unidos menciona que «las investigaciones policiales indican que Guzmán-Salazar, junto con su hermano, Jesús Alfredo Guzmán-Salazar, brindaron una importante asistencia operativa a su padre, incluida la coordinación del transporte de narcóticos desde Centro y Sudamérica a México; coordinar el transporte de estupefacientes a Estados Unidos; distribuir medicamentos a clientes mayoristas en los Estados Unidos; y recolectar las ganancias de las drogas de los clientes en los Estados Unidos para transferirlas a México en beneficio de los miembros y asociados del Cártel de Sinaloa«.

Además, «para proteger su organización, sus tácticas han incluido obtener armas y otras armas, sobornar a funcionarios públicos corruptos, participar en actos de violencia y amenazas de violencia, secuestrar e intimidar a miembros de las fuerzas del orden, narcotraficantes rivales y miembros de sus propias organizaciones de narcotráfico«.

También se indica que «tras el arresto y posterior extradición de su padre y su condena en el Distrito Este de Nueva York (EDNY), los hermanos Guzmán-Salazar han aumentado su poder dentro del Cártel de Sinaloa. Han ampliado su empresa con sofisticados laboratorios de fentanilo en Culiacán, México, y han ampliado sus operaciones de transporte utilizando transporte marítimo y aéreo, además de túneles y cruces fronterizos«.

El Departamento de Estado recuerda que «el 25 de julio de 2014, Iván Archivaldo Guzmán-Salazar fue procesado por un gran jurado federal en el Distrito Sur de California. La acusación formal lo acusó a él y a otros de violaciones del Título 21, USC §§ 952, 960, 963 (conspiración para importar metanfetamina, cocaína y marihuana) y el Título 18 USC Sección 1956 (h) (conspiración para lavar instrumentos monetarios). La acusación también incluyó disposiciones de decomiso«.

Acerca de Jesús Alfredo Guzmán también se menciona que «el 6 de agosto de 2009, y de nuevo el 17 de febrero de 2016, un gran jurado federal en el Distrito Norte de Illinois regresado reemplazando acusaciones formales contra Jesús Alfredo Guzmán Salazar y otros co-conspiradores con violaciónes del Título 21, USC, § 846 (conspiración para poseer con intención de distribuir y distribuir más de 5 kilogramos de cocaína y más de 1 kilogramo de heroína); Título 21, USC, § 963 (conspiración para importar más de 5 kilogramos de cocaína); y Título 21, USC, § 841 (a) (1) (distribución de más de 1 kilogramo de heroína)».

Además, las investigaciones policiales indican que Joaquín y su hermano, Ovidio Guzmán López, desempeñan funciones de mando y control de alto nivel en su propia organización de narcotráfico, «la Organización Criminal Transnacional Guzmán-López, bajo el paraguas del Cártel de Sinaloa«.

Se detalla que «tras la muerte de Edgar, Joaquín y Ovidio heredó gran parte de las ganancias de los narcóticos y comenzó a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia.

«También comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina (…) El 2 de abril de 2018, ambos hermanos Guzmán-López fueron procesados por un Gran Jurado Federal en el Distrito de Columbia y acusados de un cargo de 21 USC Secciones 959 (a), 960 y 963 (conspiración para distribuir más de 5 kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y mil kilogramos de marihuana )».