Chenalhó (México), 22 dic (EFE) .- A 24 años de la matanza de 45 indígenas tzotziles en el paraje de Acteal, en Chenalhó, en el suroriental estado mexicano de Chiapas, familiares y sobrevivientes de la masacre perpetrada por un grupo paramilitar, marcharon para exigir cárcel para los autores intelectuales y materiales de los hechos.
Con cantos, rezos, cruces, incienso y velas los miembros de la organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, recordaron a sus muertos en la tumba colectiva donde descansan los cuerpos de las víctimas del crimen de Estado, entre los que se encontraban 15 niñas y niños, 9 hombres y 21 mujeres, cuatro de ellas embarazadas.
La agrupación Las Abejas es un grupo indígena, cristiano, pacifista y antineoliberal.
El 22 de diciembre de 1997 un grupo de indígenas de esta organización oraba en la comunidad de Acteal, en el municipio de Chenalhó, Chiapas, cuando fue atacado por un centenar de presuntos paramilitares, también indígenas.
«Es un dolor que no se supera, que no se olvida a más a 24 años porque no hay justicia. El gobierno y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos no han avanzado y tampoco hay informes de fondo del caso», indicó Guadalupe Vázquez, una de las sobrevivientes.
El obispo de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, ofició la misa en memoria de las víctimas y los sobrevivientes, exhortando a los presentes a no «engancharse en el dolor y la ira».
«Estamos acompañando a quienes tienen un gran dolor por el acontecimiento, pero también por la ofrenda que Dios nos hable de este acontecimiento, que estemos dispuesto a defender la vida pero siempre con criterios de paz y legalidad», dijo el obispo.
Durante la peregrinación recordaron a todos los asesinados y a los que les han ayudado a sobrellevar esta tragedia como lo fue el obispo Samuel Ruiz García, quien, dijeron, los apoyó en los momentos más difíciles donde fueron perseguidos y criminalizados por buscar justicia.
Las Abejas de Acteal y las víctimas sobrevivientes siguen labrando la paz y tratando de dar a conocer la verdad de lo que pasó ese día, como lo hacen el 22 de cada mes, impulsando una lucha pacífica y redignificando a las víctimas y sobrevivientes de la masacre.