Meses después de que la imagen recorriera el mundo como símbolo de la violenta y desesperante huida de miles de personas de los talibanes en Kabul, el bebé entregado con desesperación a un soldado a través del muro de un aeropuerto en el caos de la evacuación estadounidense de Afganistán ha sido encontrado y se ha reunido con sus familiares en la capital afgana.

El pequeño Sohail Ahmadi tenía sólo dos meses cuando desapareció el 19 de agosto, cuando miles de personas se apresuraron a abandonar Afganistán al caer en manos de los talibanes.

Durante la tumultuosa evacuación afgana del verano, Mirza Ali Ahmadi -el padre del niño, que había trabajado como guardia de seguridad en la embajada de Estados Unidos- y su esposa Suraya temían que su hijo fuera aplastado por la multitud cuando se acercaban a las puertas del aeropuerto de camino a un vuelo a Estados Unidos.

En su desesperación, entregó a Sohail por encima del muro del aeropuerto a un soldado uniformado que creía que era estadounidense, con la plena esperanza de que pronto lograría recorrer los 5 metros restantes hasta la entrada para reclamarlo.

Justo en ese momento, las fuerzas talibanes hicieron retroceder a la multitud y pasó otra media hora antes de que Ahmadi, su mujer y sus otros cuatro hijos pudieran entrar.

Pero para entonces el bebé no estaba en ninguna parte.

Ahmadi buscó desesperadamente a su hijo dentro del aeropuerto y que los funcionarios le dijeron que probablemente lo habían sacado del país por separado y que podrían reunirse con ellos más tarde.

El resto de la familia fue evacuada y acabó en una base militar de Texas. Durante meses no supieron dónde estaba su pequeño.

El mismo día en que Ahmadi y su familia fueron separados de su bebé, un taxista de 29 años llamado Hamid Safi se había colado por las puertas del aeropuerto de Kabul tras llevar a la familia de su hermano, que también iba a ser evacuada. En ese momento encontró a Sohail solo y llorando en el suelo. Afirma que intentó localizar a los padres del bebé pero al no lograrlo, decidió llevar al niño a casa con su mujer y sus hijos.

Después de que en noviembre pasado se publicara una extensa cobertura mediática con las fotos del niño desaparecido, algunos vecinos de Safi -que habían notado su regreso del aeropuerto meses antes con un bebé- lo reconocieron y publicaron comentarios sobre su paradero en una versión traducida del artículo de Reuters.

Ahmadi pidió a sus parientes que seguían en Afganistán, incluido su suegro Mohammad Qasem Razawi, de 67 años, que vive en la provincia nororiental de Badakhshan, que buscaran a Safi y le pidieran que devolviera a Sohail a la familia.

Pero Safi se negaba a liberar a Sohail, insistiendo en que también quería ser evacuado de Afganistán con su familia.

Finalmente, tras sentir que se les habían acabado las opciones, Razawi se puso en contacto con la policía local talibán para denunciar un secuestro. Safi dijo a Reuters que negó las acusaciones a la policía y dijo que estaba cuidando al bebé, no secuestrándolo.

En presencia de la policía, y entre muchas lágrimas, el bebé fue finalmente devuelto a sus familiares ayer sábado 8 de enero.

Razawi dijo que Safi y su familia estaban devastados por la pérdida de Sohail. “Hamid y su esposa lloraban, yo también lloré, pero les aseguré que ambos son jóvenes, Alá les dará un hijo varón. No uno, sino varios. Les di las gracias a ambos por haber salvado al niño del aeropuerto”, dijo Razawi.