Medios de Corea del Norte anunciaron hoy que el proyectil que el régimen probó en la víspera es un misil hipersónico que golpeó un objetivo situado «a 1.000 kilómetros» de distancia y que el test estuvo presidido por el líder Kim Jong-un, que llevaba sin estar presente en un ensayo de armas casi dos años.
Según detalla el diario Rondong, la ojiva planeadora hipersónica del misil «remontó» su trayectoria tras recorrer 600 kilómetros y «ejecutó una maniobra de giro brusco de 240 kilómetros» antes de «golpear el objetivo en aguas situadas a 1.000 kilómetros» del punto de lanzamiento en el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas).
El artículo añade que Kim Jong-un «observó el test del misil hipersónico realizado en la Academia Nacional de Ciencias de la Defensa», lo que supone la primera vez que el mariscal norcoreano está presente en un ensayo de misiles desde marzo de 2020.
Fotos publicadas por Rodong muestran a Kim siguiendo el desarrollo de la prueba desde un centro de control dispuesto en el interior de un vehículo de grandes dimensiones en compañía de Jo Yong-won, que junto al líder es uno de los cinco miembros del presidium del politburó del Partidos de los Trabajadores.
La pieza añade que «la prueba tenía como objetivo la verificación final de las especificaciones técnicas generales del sistema de armamento hipersónico desarrollado» y que gracias al test «la excelente maniobrabilidad de la unidad planeadora de combate hipersónico ha quedado confirmada con más claridad».
En la víspera, el ejército surcoreano calificó lo lanzado por Corea del Norte como un misil balístico que recorrió unos 700 kilómetros y alcanzó una velocidad máxima de en torno a Mach 10 (10 veces la velocidad del sonido).
Aunque consideró que este proyectil mostró mejoras con respecto a otro similar que Pionyang lanzó el pasado 5 de enero, Seúl considera exageradas las afirmaciones del régimen y argumenta que aún carece de la tecnología (incluyendo el tipo de ojiva que porta el misil) de lo que propiamente se considera un misil hipersónico.
En todo caso, las armas que viene probando Corea del Norte desde 2019 han mostrado una mayor sofisticación a la hora de burlar los sistemas de radar y potencialmente suponen una creciente amenaza para los escudos antimisiles.
La de la víspera ha sido la segunda prueba de armas norcoreana en menos de una semana y llega después de que Kim Jong-un volviera a mostrar en un discurso un aparente desinterés por tratar de retomar las conversaciones sobre desnuclearización con EE.UU. estancadas desde 2019.