Unas 84 mil personas, más del 80 por ciento de la población de Tonga, se han visto afectadas por la erupción volcánica y el tsunami del pasado sábado, según informó este miércoles la ONU.
El portavoz Stéphane Dujarric ofreció el dato en su conferencia de prensa diaria y apuntó que Naciones Unidas considera prioritario garantizar el suministro de agua y alimentos a los residentes y el restablecimiento de las comunicaciones en el archipiélago.
La erupción volcánica y el tsunami posterior dejaron tres muertes confirmadas, pero las autoridades temen que puedan ser más dada la destrucción registrada en varias islas.
La ruptura de un cable submarino ha dejado al país sin conexiones telefónicas e internet y está complicando realizar una evaluación de los daños y la necesaria respuesta de emergencia.
Dujarric confirmó que todas las viviendas de la isla de Mango han quedado destruidas, mientras que únicamente dos quedaron en pie en Fonoifua, y recordó que la evacuación de toda la población de ambas está en marcha.
Mientras, apuntó que el trabajo continúa en el aeropuerto internacional y se espera que pueda volver a estar operativo este jueves.
Según la ONU, aunque los mecanismos de ayuda se han puesto en marcha es muy complicado llegar a zonas remotas para apoyar a la población y hay importantes desafíos logísticos para hacer llegar suministros desde el exterior, ya sea por mar o aire.
A esas dificultades, explicó, se suma la necesidad de cumplir con los estrictos protocolos de Tonga contra la covid-19.
Unicef, la agencia de Naciones Unidas para la infancia, va a enviar agua potable y otra ayuda a través de un buque de la marina australiana que tiene previsto zarpar el próximo viernes.