Un juez federal ordenó liberar a Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), tras permanecer en prisión preventiva justificada durante más de tres meses en el Reclusorio Norte, en la Ciudad de México; sin embargo, se le colocó un brazalete con localizador como medida cautelar en el proceso que se sigue en su contra por el caso de Agronitrogenados.
No obstante, sigue vigente la prisión preventiva por la investigación en torno a los presuntos sobornos del caso Odebrecht.
La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y la Fiscalía General de la República (FGR), la parte acusadora en el juicio, apelaron la resolución del juez que se dictó el viernes 21 de enero, para impedir que Lozoya salga del Reclusorio Norte donde aún permanece.
El juez que dictó la toca penal de la apelación presentada por la defensa de Lozoya Austin contra la prisión preventiva, requirió al juez de control del Reclusorio Norte ejecutar de inmediato la determinación e informar en un plazo de 24 horas de su cumplimiento.
Lozoya enfrenta dos juicios: el primero por la compra a sobreprecio de la planta de Agronitrogenados, acusado de los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero y es en esta causa donde el juez concedió cambiar la medida cautelar.
Sin embargo, para salir de la cárcel, tendría que obtener un fallo a favor también en el proceso penal que obra en su contra por los sobornos recibidos de Odebrecht, por los que la FGR lo acusa de asociación delictuosa, lavado de dinero y además cohecho y por los que ya pidió sentenciar lo a 39 años de prisión y la reparación de daño mediante el pago de siete millones de dólares.
El 3 de noviembre pasado, el juez Artemio Zúñiga determinó modificar la medida cautelar de Lozoya e impuso la prisión preventiva justificada, solicitada por la FGR por el caso Odebrecht, para llevar su proceso judicial en el reclusorio Norte.
En ese entonces, el juez explicó que desde un inicio de este proceso por el caso Odebrecht, consideró que era viable la prisión preventiva justificada en contra de Emilio Lozoya, pero no la había podido imponer debido a que no había sido solicitada.
Aunque, también basó su decisión en tres rubros: la red de ayuda que podría tener para fugarse; la cantidad de recursos económicos que tiene para ello, así como la pena de los tres delitos que se le imputan al ex director de Pemex, asociación delictuosa, lavado de dinero, y cohecho.
Además de que en octubre del 2021, se vio al ex funcionario en el restaurante Hunan, ubicado en la colonia Lomas de Chapultepec, cuando supuestamente estaba bajo prisión domiciliaria y tenía puesto un brazalete electrónico.