El zoo de Atlanta (Estados Unidos) anunció este martes la muerte de Ozzie, el gorila macho más viejo del mundo, que falleció a los 61 años en el recinto para animales de esa ciudad del estado de Georgia.

Ozzie era el tercer gorila más anciano del mundo, después de dos hembras: Fatou, de 64 años, que vive en el zoo de Berlín, y Helen, de 63, que pertenece al parque zoológico de Louisville (Kentucky, Estados Unidos).

De momento se desconoce la causa de muerte de Ozzie, que empezó a dar muestras de falta de apetito el pasado jueves y esta semana experimento hinchazón en el rostro, debilidad e incapacidad para comer o beber, según un comunicado del zoo, que planea llevar a cabo una necropsia.

«Esta es una pérdida devastadora para el zoo de Atlanta. Aunque sabíamos que este día llegaría, esa inevitabilidad no aminora la profunda tristeza que sentimos al haber perdido a una leyenda», dijo el presidente del parque, Raymond B. King, en el comunicado.

El primate, cuya especie -el gorila occidental de llanura- está en peligro de extinción, llegó al zoo de Atlanta en 1988 y tuvo doce hijos allí, de los cuales cuatro vivían todavía con él en el recinto, donde además compartía espacio con una de sus nietas y dos bisnietos, indicó el zoo.

Ozzie atrajo titulares en 2009, cuando se convirtió en el primer gorila del mundo que se dejó tomar voluntariamente la presión arterial, mediante un artefacto diseñado expresamente para hacerlo.

En ese momento tenía 48 años y ya se le consideraba anciano, porque los gorilas entran en la etapa geriátrica alrededor de los 40 años, explicó el zoo.

El año pasado, Ozzie y otros doce gorilas del zoo de Atlanta contrajeron covid-19, presuntamente al contagiarse de uno de sus cuidadores que no presentaba síntomas, de acuerdo con la cadena NBC News.

La caza ilegal y las enfermedades han reducido en el 60 % la población de los gorilas occidentales de llanura en las selvas de África central, de donde es originaria la especie, según la organización World Wildlife Fund (WWF).