Seúl, 30 ene (EFE).- Corea del Norte volvió a lanzar este domingo un misil balístico de alcance intermedio, la séptima prueba de este mes que reafirma su intención de reforzar las defensas nacionales en medio de una escalada de tensión en la región.
Tanto el ejército surcoreano como el ministerio de Defensa japonés consideraron que el proyectil lanzado hoy por el régimen es un misil balístico, un tipo de test armamentístico que vulnera una vez más las resoluciones de Naciones Unidas.
De acuerdo a la evaluación del Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano, el lanzamiento se produjo a las 7.52 hora local de este domingo (22.52 GMT del sábado), desde la provincia norteña de Jagang, frontera con China y se trata de un modelo de rango medio (IRBM).
El proyectil viajó 800 kilómetros este hacia el mar de Japón, llamado del Este en las dos Coreas, y habría alcanzado una altitud máxima de 2.000 kilómetros sin llegar a entrar en aguas de la zona económica exclusiva nipona ni reportar daños, según afirmó el Gobierno japonés.
TENSIÓN Y «DESAFÍO» EN LA PENÍNSULA COREANA
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, se apresuró este domingo a convocar, por primera vez en un año, una reunión del Consejo de Seguridad Nacional de su país, ya que son siete las demostraciones de fuerza de Pionyang este mes y se acrecienta el temor a que ponga fin a la moratoria sobre misiles balísticos intercontinentales y pruebas nucleares.
Moon calificó este último lanzamiento del Norte de «desafío a la desnuclearización de la península coreana, a la paz y estabilidad y a los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional, así como también un acto que viola la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», según declaraciones a medios locales.
El presidente surcoreano llama al cese de la tensión y a que Corea del Norte responda a las peticiones internacionales y retome el diálogo.
Por su parte, el primer ministro nipón, Fumio Kishida, convocó también para este domingo una reunión de su Consejo de Seguridad y en declaraciones a la prensa afirmó que «condena fuertemente» este nuevo lanzamiento que «vulnera las resoluciones de las Naciones Unidas» y a lo que Tokio «protesta enérgicamente».
También el ejército de EE.UU ha instado a Pionyang a que se abstenga de actos «desestabilizadores», según un comunicado emitido por el Comando del Indopacífico recogido por la agencia nipona Kyodo.
CRONOLOGÍA DE UN MES DE PRUEBAS DIVERSIFICADAS
El lanzamiento de hoy tiene lugar después de que el pasado jueves 27 el régimen disparara dos misiles tácticos tierra-tierra, así como de otra prueba de misiles crucero realizada el martes 25 desde el interior del país.
Los días 5 y 11 de enero Corea del Norte realizó sus primeras dos pruebas del año, con el lanzamiento de lo que asegura fueron misiles hipersónicos, difíciles de detectar por los sistemas de radar.
A continuación, los días 14 y 17, el país asiático lanzó misiles balísticos de corto alcance, lo que determina el empeño del régimen en testar su armamento desde varios puntos del país y diversas plataformas como un tren.
El líder Kim Jong-un abrió el Año Nuevo con un mensaje donde destacaba la necesidad de reforzar las defensas nacionales y donde no mostró tener intención en retomar a corto plazo el estancado diálogo sobre desnuclearización, para poco después comenzar con esta inusual serie de pruebas en un solo mes.
A esto se suma la amenaza de Pionyang lanzada hace una semana sobre la posible reanudación de sus ensayos nucleares y de misiles balísticos intercontinentales, al señalar que estudia retomar todas sus «acciones suspendidas temporalmente» en materia de Defensa.
La escalada de provocaciones de Pionyang ha tenido como respuesta de Washington nuevas sanciones a cinco representantes de organismos norcoreanos y junto a seis miembros del Consejo de Seguridad de la ONU se ha reclamado presionar más al país.