Hasta 42 países, liderados por la Unión Europea, así como decenas de empresas y organismos de aviación como fabricantes o grupos energéticos, suscribieron este viernes una declaración que, sin ser jurídicamente vinculante, reclama la neutralidad en carbono o descarbonización para 2050.

Los firmantes, entre los que además de los países europeos hay otros como Estados Unidos, Canadá o Marruecos, tienen ahora intención de convencer a los demás, y en particular a algunos que tienen mucho peso en este sector, como Brasil o India, explicó el secretario de Estado francés de Transportes, Jean-Baptiste Djebbari.

En una conferencia de prensa al término de una Cumbre de la Aviación en Toulouse, organizada en el marco del semestre de la presidencia francesa de la Unión Europea (UE), Djebbari insistió en que si se quiere lograr la meta de cero emisiones netas de dióxido de carbono (CO2) para mediados de siglo «tenemos que sentar las bases a escala internacional».

Un momento clave para saber si es posible será cuando el próximo mes de septiembre se celebre la asamblea general de la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) de la que forman parte 193 países y donde las decisiones se toman por unanimidad.

El secretario de Estado francés puso el acento en que «la tecnología tendrá un papel eminente» en la transición del sector de la aviación en su descarbonización.

En la declaración de Toulouse, los firmantes subrayan la necesidad de buscar las tecnologías aeronáuticas de ruptura (como aviones y motores) y poner en marcha mecanismos de regulación para facilitar el reemplazo de las flotas actuales y continuar las iniciativas para optimizar las trayectorias de los vuelos y reducir el consumo de carburante.

Los principales grupos aeronáuticos europeos, entre ellos Airbus, Air France, ATR o Dassault, consideraron «histórica» la declaración, que convierte Europa «en la primera región del mundo» que reúne a Estados y empresas para crear una gran plataforma de descarbonización.

Al tiempo, se comprometen a trabajar en favor de conseguir esos objetivos y piden a la Comisión Europea que favorezca las alianzas industriales «esenciales» para lograrlos.

Las empresas piden que estos compromisos se adopten en el mundo entero y, mientras, que se pongan en marcha mecanismos que garanticen una competitividad equitativa.