El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, aseguró este jueves ante el Consejo de Seguridad de la ONU que los planes de Rusia para invadir Ucrania incluyen la toma de Kiev y anunció que propuso una reunión al ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, para tratar de rebajar la tensión.

Blinken, que viajó a última hora a Nueva York para participar en una reunión del Consejo de Seguridad sobre la crisis en Ucrania, reiteró la idea de que Rusia tiene previsto atacar a Ucrania en los próximos días y que, para ello, buscará un «pretexto» que justifique su intervención.

Según aseguró, ello podría incluir un falso atentando terrorista, un supuesto descubrimiento de fosas comunes o incluso un ataque real o ficticio con armas químicas.

«Rusia podría describir este acontecimiento como una limpieza étnica o un genocidio, mofándose de un concepto que en esta cámara no nos tomamos a la ligera», dijo al Consejo de Seguridad.

Blinken aseguró que los medios rusos ya han empezado a difundir algunas de estas «falsas alarmas» para comenzar a justificar la invasión.

El secretario de Estado aseguró que el siguiente paso en el plan ruso será celebrar reuniones gubernamentales al más alto nivel para responder, a lo que seguirán bombardeos sobre Ucrania, un bloqueo de las comunicaciones del país y ciberataques contra instituciones clave.

«Después de eso, tanques y soldados rusos avanzarán sobre objetivos clave que ya han sido identificados y señalados en detallados planes. Creemos que estos objetivos incluyen la capital de Ucrania, Kiev, una ciudad de 2,8 millones de habitantes», aseguró Blinken.

Según dijo, su Gobierno confía en que dando a conocer esta información ante la comunidad internacional se pueda influir a Rusia para que «abandone la vía de la guerra».

En ese sentido, Blinken dijo que hoy escribió a su homólogo ruso para proponerle una reunión en Europa la próxima semana, con el objetivo de preparar una posible cumbre entre los líderes de los dos países.

Además, explicó que EE.UU. ha propuesto también reuniones del Consejo OTAN-Rusia y del Consejo Permanente de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).

Según Blinken, la esperanza es que todas esas citas puedan servir para reducir la tensión y alcanzar acuerdos sobre las preocupaciones de seguridad de todas las partes.

En las últimas horas, EE.UU. ha restado toda credibilidad al anuncio de repliegue de parte de las tropas desplegadas cerca de Ucrania hecho por Moscú y a sus llamamientos a la diplomacia.

Según dijo un alto funcionario estadounidense que habló con los periodistas bajo condición de anonimato, todas las indicaciones apuntan a que Rusia dice en público que quiere negociar y buscar una desescalada mientras en privado “se moviliza para la guerra”.

El funcionario estadounidense apuntó que en las últimas horas Rusia ha distribuido un documento a los miembros del Consejo de Seguridad denunciando toda una serie de crímenes supuestamente cometidos por fuerzas ucranianas en el este del país, incluido genocidio, unas acusaciones que EE.UU. considera categóricamente falsas.

Según planteó, Rusia podría usar esas alegaciones para justificar una intervención militar en el país vecino.