Legisladores de partidos opositores presentaron este martes una moción de vacancia (destitución) contra el presidente de Perú, el izquierdista Pedro Castillo, por «incapacidad moral» tras ser vinculado con presuntos casos de corrupción y otras acusaciones contra su gestión.
La entrega del documento fue anunciada por el legislador Jorge Montoya, del partido ultraderechista Renovación Popular, quien impulsó esta medida desde la semana pasada.
Montoya aseguró a los periodistas que la moción cuenta con la firma de 50 legisladores de diferentes bancadas y que una vez iniciado el trámite esperan conseguir los 52 votos mínimos que exige la ley para que sea admitida a debate y votación por el pleno.
Aunque el legislador reconoció que aún no tienen las firmas totales, agregó que se dará cuenta del tema «en el pleno de hoy o de mañana y se fijará la fecha para que el presidente venga al Congreso a hablar».
«Tenemos 50 firmas exactas», acotó antes de indicar que, hasta ahora, no tienen el respaldo de legisladores del partido centrista Acción Popular, del liberal Partido Morado, de los independientes de Perú Democrático, del izquierdista Juntos por el Perú, del oficialista Perú Libre y solo uno del derechista Podemos.
Montoya ya había adelantado este lunes que se iba a presentar el pedido de destitución de Castillo, al haber superado las 28 firmas mínimas que se requieren para entregar un pedido en ese sentido.
Este martes, el también congresista de Renovación Popular Alejadro Muñante detalló que las oficinas administrativas del Congreso deberán verificar las firmas digitales de los adherentes para oficializar el debate de su eventual admisión.
«Estamos comprometidos en llevar adelante esta moción porque consideramos que es una alternativa para salir de la crisis política en la que nos encontramos y agradecemos a los miembros de las diferentes bancadas que se adhirieron a esta importante moción», dijo.
La moción fue entregada el mismo día en que se presentará el gabinete de ministros que preside el jurista Aníbal Torres, el cuarto desde que Castillo asumió el poder el pasado 28 de julio, ante el pleno del Parlamento para exponer la política de su gestión y pedir el voto de confianza.
La investidura al equipo ministerial necesita 66 votos a favor, aunque existen congresistas que ponen como requisito para otorgar la confianza la salida del ministro de Salud, Hernán Condori, quien es acusado de falta de «idoneidad» para ocupar el cargo y de promover productos que no cuentan con evidencia científica.
La tensión política que afronta Perú desde que Castillo asumió la presidencia tuvo otro episodio la semana pasada, con la renuncia de Juan Silva como ministro de Transportes y Comunicaciones mientras el Congreso debatía un pedido para su destitución.
Hace poco más de una semana, Silva fue implicado junto con el propio Castillo en un presunto caso de corrupción tras conocerse unas declaraciones de la empresaria Karelim López ante la Fiscalía.
López, quien ha pedido acogerse al beneficio de la «colaboración eficaz» (delación premiada), aseguró que Castillo, Silva y otros altos funcionarios y empresarios están presuntamente implicados en una red de corrupción enquistada en el Ejecutivo.
Castillo ha rechazado «tajantemente» esas declaraciones y ha pedido a la Fiscalía que investigue el caso, ya que considera que todo forma parte de un plan de un sector de la oposición para destituirlo del cargo.
Las denuncias de López son solo uno de los 18 puntos que incluye la moción de destitución presidencial promovida por Renovación Popular, pues en ella también figuran los presuntos vínculos de un ministro con el terrorismo y el supuesto tráfico de influencias en licitaciones y ascensos policiales y militares, entre otros.
La oposición ya intentó impulsar en noviembre pasado una moción de vacancia contra el presidente, pero ese pedido no logró conseguir los 52 votos para ser admitido a trámite en el pleno del Congreso.
De presentarse y aprobarse la más reciente solicitud, Castillo o su abogado defensor deberán presentarse en los próximos días ante el pleno para responder por las acusaciones en su contra, tal como hizo en noviembre de 2020 el entonces presidente Martín Vizcarra, quien finalmente fue destituido.