Corea del Norte lanzó hoy a modo de prueba otro proyectil, un test que, pese a resultar fallido, subraya sus aparentes planes de seguir avanzando en el desarrollo de un nuevo misil balístico de alcance intercontinental (ICBM) con mayor capacidad destructiva.

El Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano informó este miércoles que el ejército norteño lanzó un «proyectil no identificado» que «se cree que ha fallado inmediatamente después del despegue».

Minutos antes, el Ministerio de Defensa japonés había alertado de que disponía de información que apuntaba a que Pyongyang había lanzado lo que parecía ser un misil balístico.

El JCS explicó en un breve comunicado que el lanzamiento tuvo lugar en torno a las 9.30 hora local (00.30 GMT) en el área de Sunan, donde está el aeropuerto internacional de Pyongyang y desde donde el régimen ya realizó otros dos lanzamientos el 27 de febrero y 5 de marzo.

Señales

Los servicios de inteligencia de EE.UU. y Corea del Sur ya alertaron el lunes de que habían detectado señales de que el ejército norteño preparaba otra prueba, con las fuerzas aéreas estadounidenses desplegando al menos dos aviones de reconocimiento en la península coreana en las últimas horas.

A falta de que se analicen más detalles concretos, una fuente militar confirmó a Efe que el proyectil norcoreano lanzado finalmente hoy parece haber estallado en pleno vuelo «antes de alcanzar una altura de 20 kilómetros».

Por su parte, el ministro portavoz del Ejecutivo nipón, Hirokazu Matsuno, aseguró en rueda de prensa que Tokio «no ha podido confirmar el vuelo de un misil balístico», lo que apunta a que efectivamente el proyectil falló tras despegar.

El medio especializado NK News aseguró asimismo tener acceso a una foto tomada en Pyongyang en la que se ve una estela zigzagueante y una explosión en el cielo, lo que podría haber dejado algún daño en la capital pese a que sus zonas más pobladas se encuentran unos 20 kilómetros al sur y fuera de la trayectoria habitual de estos lanzamientos.

Ensayos

En las dos anteriores pruebas armamentísticas el régimen norcoreano disparó desde Sunan un tipo de proyectil que aún no ha identificado empleando una lanzadera móvil (TEL) y asegurando que los ensayos tienen como objetivo preparar el lanzamiento de un nuevo tipo de satélite de reconocimiento.

Sin embargo, la semana pasada Washington y Seúl denunciaron que esos dos test anteriores del 27 de febrero y 5 de marzo en Sunan tuvieron como verdadero objetivo probar una nueva tecnología ICBM perteneciente a un misil denominado Hwasong-17.

Se cree que el ensayo de hoy iba destinado a probar sistemas relacionados con el Hwasong-17, considerado el ICBM de mayor envergadura del mundo pero que hasta ahora Pyongyang solo ha exhibido sin ponerlo a prueba.

Algunos expertos creen que los dos anteriores lanzamientos, en los que los proyectiles alcanzaron la exosfera terrestre, podrían haber servido para probar un vehículo de reentrada múltiple (MIRV), capaz de portar varias cabezas explosivas y que iría equipado como cabeza del Hwasong-17.

A su vez, el Pentágono aseguró que Pyongyang planeaba pronto un ensayo completo del Hwasong-17 «disfrazándolo de lanzamiento espacial», como se considera que hizo a lo largo de las últimas dos décadas con los lanzamientos de varios satélites que se consideran de pega, puesto que ninguno ha realizado nunca transmisión alguna.

Esa denuncia coincidió con el anuncio de la visita del líder norcoreano, Kim Jong-un, a la base de lanzamientos espaciales de Sohae (en el noroeste del país) y de los planes para mejorar las instalaciones para lanzar satélites de reconocimiento a bordo de «cohetes portadores más grandes».

Aniversario

Tras el fallo en el lanzamiento, los analistas se preguntan por su parte con qué plazos trabaja ahora Corea del Norte, que muy pronto, el 15 de abril, celebra el 110 aniversario del nacimiento de su fundador, una fecha óptima para lanzar un cohete desde Sohae.

En todo caso, con el de hoy son ya 10 los ensayos con proyectiles realizados por Pyongyang desde que comenzó el año, una cifra récord.

El Comando del Indo Pacífico estadounidense aprovechó para condenar hoy este último test e instó a Pyongyang a no embarcarse en acciones «desestabilizadoras».

El régimen norcoreano trazó en el congreso del partido único de 2021 unos planes de modernización armamentística con los que parece seguir adelante y hasta ahora ha rechazado las invitaciones estadounidenses al diálogo en un momento el que el país, que sigue cerrado a cal y canto por la pandemia, aun no ha vacunado a uno solo de sus ciudadanos.