La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, aseguró este viernes que la guerra en Ucrania «significa hambre» para África, así como un menor crecimiento y más inflación para el resto de países.

En una mesa redonda virtual junto a otros responsables internacionales de finanzas, Georgieva explicó que la invasión rusa de Ucrania es devastadora para las economías de esos dos países, pero también tiene efectos importantes sobre las de sus vecinos y otros tan lejos como en los continentes africano y americano.

«Diciéndolo de forma simple: una guerra en Ucrania significa hambre para África», dijo la directora gerente del Fondo, apuntando al hecho de que Rusia y Ucrania están entre los cinco mayores exportadores de trigo del mundo, además de ser grandes productores de fertilizantes, maíz y aceite de girasol, entre otros.

Para países con economías menos frágiles que las africanas —en América Latina, Asia e incluso Europa y EE.UU.—, la guerra quizá no vaya a implicar un aumento del hambre directamente, pero sí menos crecimiento y más inflación, en un contexto en que los precios ya se encuentran disparados a raíz de la pandemia de covid-19.

«La fragilidad en una parte del mundo no se queda allí. Estamos todos interconectados y en el FMI sabemos que la estabilidad macroeconómica y la paz y la seguridad van de la mano», indicó Georgieva.

La directora gerente recordó que aproximadamente el 20 % de los países miembros del Fondo se encuentran en una situación de fragilidad económica o son parte de algún conflicto armado.

«La pandemia nos ha enseñado una lección muy simple —explicó—. Cuando tu sistema inmunitario está débil y te ataca un virus, te encuentras en una situación de riesgo mucho más elevada. Con la fragilidad económica ocurre lo mismo».

La semana pasada, el FMI ya adelantó que en abril rebajará su perspectiva de crecimiento global para 2022 por la invasión rusa de Ucrania.

La actual predicción de crecimiento mundial del FMI para 2022 es del 4,4 %.

Además, el organismo financiero internacional apuntó la posibilidad de que Rusia entre en bancarrota a causa de las sanciones económicas impuestas por el resto de países, y alertó de que la economía rusa ya se está contrayendo y se aboca a una recesión profunda.

En cuanto al caso concreto de Latinoamérica y el Caribe, el Fondo predijo que la guerra empeorará la situación inflacionaria —ya de por sí muy elevada— por la presión que está generando sobre el precio de la energía, además de implicar riesgos para el abastecimiento de la región.