Rusia volvió a denunciar hoy ante la ONU la existencia en Ucrania de una red de laboratorios financiados por Estados Unidos para el desarrollo de armas biológicas, unas acusaciones que otros países descalificaron como una campaña de desinformación sin ninguna base.

Tras haber convocado ya dos reuniones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre este tema desde que comenzó la invasión de Ucrania, Moscú organizó este miércoles una nueva sesión, esta vez con carácter informal, para insistir en sus acusaciones.

Según el Gobierno ruso, sus tropas desplegadas en Ucrania han descubierto pruebas de que Kiev estaba llevando a cabo con apoyo estadounidense peligrosos proyectos y experimentos como parte de un programa biológico militar.

Esas afirmaciones, sin embargo, no han sido corroboradas por ninguna fuente independiente y la propia ONU ha dicho que no hay ningún indicio de la existencia de esos laboratorios con fines militares.

Washington, mientras, ha insistido una y otra vez en que no hay en Ucrania ningún laboratorio de armas biológicas y que lo que Rusia busca denunciar como tales son simples instalaciones de salud pública reconocidas y apoyadas por otros países y por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Hoy, varios miembros del Consejo de Seguridad como Francia, Noruega, Irlanda o Albania acusaron a Rusia de abusar de su puesto en ese órgano para difundir informaciones falsas y tratar de crear una «cortina de humo» que desvíe la atención de la guerra que ha lanzado en Ucrania.

Otros, como Estados Unidos y el Reino Unido, optaron directamente por no participar en la reunión.

La delegación rusa había prometido llevar a esta sesión a un grupo de «expertos independientes» para hablar de los supuestos laboratorios de armas químicas, según había dicho su embajador y tal y como figuraba en el programa remitido al resto de países.

Finalmente, sin embargo, los ponentes fueron un general del Ejército ruso y dos periodistas, uno ruso y una búlgara, que hicieron largas presentaciones sobre las supuestas actividades prohibidas llevadas a cabo por EE.UU. en Ucrania sin salirse lo más mínimo de las líneas ya trazadas por el Kremlin.

«Estados Unidos lleva a cabo actividades biológicas militares fuera del territorio nacional en muchos países y regiones alrededor del globo. Ucrania es sólo uno de los ejemplos», insistió en su discurso el representante adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyanskiy.

Las denuncias rusas encontraron eco en la postura de algunas delegaciones como la de China, que consideró muy preocupantes las informaciones facilitadas por Moscú y exigió a EE.UU. que aclare sus actividades.

Mientras, varios países insistieron en que Rusia no ha ofrecido ninguna prueba creíble y denunciaron que su único interés es desviar la atención de las atrocidades que está cometiendo en Ucrania.

«La intensidad de esta campaña de desinformación es alarmante», señaló el diplomático noruego Tor Henrik Andersen, quien definió la reunión de hoy como «otro intento» de «sembrar confusión y desviar la atención del papel de Rusia como agresor en la invasión ilegal de Ucrania».

Francia recordó que no es la primera vez que Moscú usa esta estrategia, pues ya planteó denuncias parecidas contra Georgia hace años y luego rechazó participar en un mecanismo para revisarlas, «dejando sin ninguna duda que las acusaciones eran infundadas».