El presidente de la Duma o cámara de diputados de Rusia, Viacheslav Volodin, propuso hoy privar de la ciudadanía a los «traidores» que se oponen a la «operación militar especial» rusa en Ucrania.

«Lamentablemente, para esos ‘ciudadanos rusos’ no hay procedimiento de privación de ciudadanía y prohibición de entrar en nuestro país. Pero, seguramente, sería lo correcto», escribió en su canal de Telegram.

Volodin aludió a aquellos que «de forma baja y traicionera» efectúan declaraciones sobre una supuesta «lucha por la paz», pero que, en su opinión, simplemente son actores en montajes creados por los países de la OTAN.

Una vez cumplido su papel, reciben «galletitas del Departamento de Estado» estadounidense, añadió.

Según el jefe de la Duma, ese es el caso de la periodista rusa Marina Ovsyánnikova, que interrumpió a mediados de marzo el principal noticiero de la televisión pública con proclamas antibélicas.

Según se supo hoy, Ovsyánnikova trabajará gratis para el diario alemán «Die Welt» con coberturas en Rusia y Ucrania.

«Ahora trabajará para uno de los países de la OTAN, justificará el suministro de armamento a los neonazis ucranianos, el envío de mercenarios que combatirán contra nuestros soldados y oficiales, y defenderá la imposición de sanciones contra Rusia», denunció.

Volodin se preguntó: «¿Qué habría pasado si eso hubiera ocurrido en EEUU? En el mejor de los casos la habrían convertido en una apestada con la pérdida de todos los derechos y posibilidades».

Ovsyánnikova, redactora del Canal 1, interrumpió el 14 de marzo la emisión en directo del telediario nocturno (Vremia) realizando proclamas y blandiendo un cartel contra la ofensiva militar rusa en Ucrania.

«No a la guerra. Pongan fin a la guerra. No crean en la propaganda. Aquí les están mintiendo. Rusos contra la guerra», rezaba el cartel.

La Justicia rusa declaró culpable a la periodista por la organización o celebración de un acto público sin notificación y le impuso una multa de 30.000 rublos (277 dólares).