Al menos una persona resultó herida este domingo en un atentado con bomba en las proximidades de un centro de convenciones en Kabul, donde se conmemoraba el sexto aniversario de la muerte del jefe supremo de los talibanes, el mulá Akhtar Mansour.

La explosión se produjo en la carretera del aeropuerto frente al centro de convenciones Istiqlal, donde decenas de autoridades del régimen talibán recordaban al mulá Mansour, fallecido en mayo de 2016 tras un disparo de un dron estadounidense en Pakistán.

«Según la información inicial, uno de nuestros compatriotas resultó herido y las fuerzas de seguridad han llegado a la zona», aseguró en Twitter el jefe de Policía de Kabul, Khalid Zadran, que anotó que se inició una investigación para esclarecer lo sucedido.

Ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado, aunque la formación que suele estar detrás de este tipo de ataques es el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que se ha convertido en la principal amenaza a la estabilidad de Afganistán desde el regreso de los talibanes al poder el pasado 15 de agosto.

El ministro de Exteriores de los islamistas, Amir Khan Muttaqi, mantuvo hace unas horas una conversación telefónica con el representante de Estados Unidos para Afganistán, Thomas West, y la enviada especial para asuntos de la mujer en el país, Rina Amiri, en la que se trató entre otros asuntos el tema de la seguridad.

«Alcanzamos logros en numerosas áreas: garantizamos la seguridad, derrotamos al Daesh (el acrónimo del EI en árabe) y nadie podrá usar el suelo de Afganistán contra otros», dijo Muttaqi, según detalló este domingo el portavoz de Exteriores afgano, Abdul Qahar Balkhi.

La afirmación del ministro de Exteriores choca con la realidad de los últimos meses en Afganistán, en los que se han sucedido los atentados en el país, sobre todo contra mezquitas o centros educativos, varios de ellos frecuentados por la minoría chií hazara.

Solo en abril, coincidiendo con el mes sagrado de Ramadán, se produjeron varios atentados en diferentes puntos del país que dejaron alrededor de 50 fallecidos y más de un centenar de heridos.