Las fuerzas ucranianas intentan repeler el avance de las tropas rusas en la ciudad de Severodonetsk, el último gran foco de la resistencia de Ucrania en la región de Lugansk junto con la vecina Lisichansk y donde Rusia controla ya la mayor parte de la localidad, según Kiev.

«La mayor parte de Severodonetsk está controlada por los rusos», escribió el gobernador de la región de Lugansk, Serhiy Gaidai, en su cuenta de Telegram al resumir la jornada bélica, al tiempo que añadió, sin embargo, que la ciudad «no está rodeada» aún.

En declaraciones a la cadena británica de televisión Sky News, Gaidai precisó que las fuerzas rusas controlan en torno al 70 % de la urbe y que hay fuertes batallas en la ciudad.

Ciudad dividida

Oleksandr Stryuk, el alcalde de la localidad, declaró previamente al canal de televisión ucraniano 1+1 que «la línea del frente ha partido a la ciudad en dos partes», sugiriendo que los rusos controlaban la mitad de Severodonetsk.

«Pero la ciudad todavía se defiende, aún es ucraniana y nuestros soldados están luchando», aseguró.

Del otro lado del frente, las milicias de la autoproclamada república popular de Lugansk afirmaron que continúan su ofensiva.

Por la mañana el líder separatista prorruso, Leonid Pásechnik, afirmó a la agencia oficial TASS que las tropas controlaban un tercio de Severodonetsk, por lo que en las últimas horas las tropas rusas han avanzado en su objetivo de «liberar» la urbe.

«En estos sectores (…) la agrupación de las tropas ucranianas está integrada por unos 10.000 efectivos», añadió.

Operación de limpieza

Según el Mando del Estado Mayor ucraniano, las milicias prorrusas atacan las posiciones de los defensores de la ciudad «con morteros, artillería y misiles a lo largo de la línea de contacto».

Gaidai dijo que casi el 100 % de la infraestructura crítica de la ciudad ha quedado destruido, el 90 % del parque de viviendas ha quedado dañado y el 60 % no puede ser recuperado.

Además, señaló, «es imposible entregar ayuda humanitaria a Severodonetsk debido a los bombardeos, y tampoco se puede evacuar a ciudadanos».

El gobernador denunció que el Ejército ruso planea llevar a cabo una «operación de limpieza» en Severodonetsk y sus alrededores para eliminar o neutralizar cualquier resistencia.

Los rusos «están enviando un batallón de soldados que pasarán por las aldeas circundantes. Están moviendo equipos con grandes lanzallamas para simplemente quemar a nuestro ejército, junto con la población civil, no les importa», denunció.

Tensiones por el frente

Mientras, la situación se mantiene tensa también en otras regiones del país, admitió el mando ucraniano, que informó de ataques con morteros en las zonas fronterizas de Chernígov y Sumy, en el norte y noreste de Ucrania, respectivamente.

A diferencia de Severodonetsk, donde los rusos han redoblado sus esfuerzos, en otras direcciones han optado por reagruparse y pertrecharse, con en propósito de estar listos para futuras ofensivas, indicó el mando ucraniano.

Según los militares ucranianos, esta táctica se observa en la región de Slobozhansk, cerca de la ocupada Limán, y en Sloviansk, uno de los objetivos claves del Ejército ruso al ser junto con Kramatorsk la última ciudad importante en manos ucranianas en la región de Donetsk.

El gobernador de la provincia, Pavlo Kyrylenko, informó hoy de tres víctimas mortales y siete heridos por ataques de misiles rusos en Sloviansk, a lo cual las milicias prorrusas respondieron con denuncias de ataques ucranianos que causaron al menos dos muertos.

«A consecuencia del ataque de hoy de las fuerzas ucranianas, el número de víctimas en la república popular de Donetsk creció a siete personas (en un día): dos murieron y cinco resultaron heridas», informó el Estado Mayor de la Defensa Territorial de la autoproclamada república en su canal de Telegram.

Según datos difundidos este martes por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, desde el pasado 24 de febrero, fecha en que comenzó la llamada «operación militar especial» rusa, 4.074 civiles han muerto y otros 4.826 resultaron heridos.

Hallazgo en la acerera

Además, el Ministerio de Defensa de Rusia informó este martes del hallazgo de los cuerpos de 152 combatientes ucranianos en un «furgón isotérmico» en el territorio de la acerera de Azovstal, en Mariúpol, en el sureste de Ucrania.

Según el portavoz de la entidad castrense, el general mayor Ígor Konashénkov, los zapadores rusos hallaron minas colocadas debajo de los cadáveres.

De acuerdo con Rusia, se ha establecido que Kiev buscaba de esa manera culpar a Moscú de la eliminación «deliberada» de los cuerpos para impedir su traslado y la entrega a familiares.

Rusia anunció el pasado 20 de mayo la completa rendición de los defensores de Azovstal, un total de 2.439 combatientes ucranianos, en su mayoría miembros del batallón nacionalista Azov, que serán juzgados por representantes la autoproclamada república popular de Donetsk.

El líder separatista de esta región prorrusa, Denís Pushilin, afirmó que el juicio comenzará «en el futuro próximo» y no descartó que algunos de los combatientes podrían ser condenados a la «pena máxima» por «violaciones, torturas y asesinatos de civiles» en el Donbás.