El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró este jueves que hay que estar preparados para una «larga guerra de desgaste» en Ucrania que solo puede acabar, dijo, en una mesa de negociación.

En declaraciones en la Casa Blanca tras reunirse con el presidente estadounidense, Joe Biden, Stoltenberg señaló que depende únicamente de Ucrania decidir si cede territorios si llega el momento de negociar, y que la obligación de la OTAN es ayudar a ese país a defender su soberanía.

Sobre la oposición de Turquía a la entrada en la OTAN de Suecia y Finlandia, recalcó que cuando un miembro de la alianza expresa sus preocupaciones hay que escucharlo, abordar esas preocupaciones y encontrar una solución desde «la unidad».

Añadió que Turquía es un aliado importante que contribuye a la seguridad de la alianza «de muy distintas formas» y señaló que mantiene contactos estrechos tanto con Ankara como con los gobiernos de los dos países candidatos.

Stoltenberg ya anunció ayer, tras reunirse con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, que pretende convocar en los próximos días una reunión en Bruselas con representantes de Suecia, Finlandia y Turquía para resolver el veto de Ankara a la entrada de los países nórdicos a la Alianza Atlántica.

Y aseguró que su intención es que la reunión tenga lugar antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará a finales de mes en Madrid.

El máximo responsable de la OTAN reconoció que Ucrania está pagando un «alto precio» por defender su país, pero Rusia también está acusando «elevadas pérdidas».

Y ante las preguntas de la prensa no quiso especular sobre las cesiones que tendría que hacer Ucrania ante Rusia si llega el momento de negociar.

«Depende de ellos tomar esas duras decisiones, nuestra obligación es apoyarlos. No depende de nosotros decidir lo que Ucrania debe aceptar o no. Nosotros debemos ayudarles», dijo.