En Madrid, hay mucho revuelo porque será sede, 29 y 30 de junio, de la Cumbre de la OTAN no solo acudirán los treinta dignatarios miembros, también serán  invitados Suecia y  Finlandia; y por vez primera desde que inició la invasión de Ucrania, el mandatario Zelenski, podría asistir en persona como invitado.

            El mandatario español, el socialista Pedro Sánchez, ya adelantó el punto de inflexión que marcará dicho conclave por su carácter histórico y los acuerdos que serán signados como la adopción del Concepto Estratégico de Madrid, un documento para los próximos diez años de la Alianza y que no se limitará únicamente al ámbito militar convencional: abordará las  amenazas híbridas, los desastres por la crisis climática y la emergencia sanitaria.

            El Pentágono prepara además el anuncio en la Cumbre de un nuevo sistema rotatorio de sus soldados estadounidenses porque habrá más desplazamientos de militares hacia los países de Europa del Este miembros de la Alianza. El flanco será reforzado ante el temor de un inminente ataque ruso.

            Tres meses después de iniciada la invasión rusa a Ucrania está cambiando  la postura  de una negativa absoluta de Estados Unidos, Alemania y de otros países para proveerle de armamento pesado a Kiev ante la constante insistencia del mandatario Volodímir Zelenski de que es la única forma de ganarle el avance a las tropas rusas.

            Esta tropelía es tan trepidante que las posturas cambian de la noche a la mañana y los relatos van profundizándose de manera equidistante. Lo que está en liza son los valores de una sociedad que cree en la paz, la libertad, la democracia, el respeto a los derechos humanos y el valor de las instituciones internacionales así como de las leyes y los tratados.

            Invitado por el Foro Nueva Economía en Madrid,  Ihor Zhovkva, consejero político y director adjunto del Gabinete del presidente Zelenski, aseveró que su país no se va a romper y que persisten en la voluntad de defenderlo de las tropas rusas así como de recuperar el terreno que está siendo ocupado por los invasores.

            Zhovkva pidió a España y a Europa provean a su país de armamento pesado para ganar esta guerra porque sin armas suficientes el esfuerzo es verdaderamente ingente. Al día mueren en combate entre 60 a 100 soldados ucranios.

            A pesar de las durísimas sanciones a Rusia impuestas tanto por la UE, como por Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y otros países, el político ucranio dijo que “no es suficiente” y pidió mayores esfuerzos para ahogar a Putin a fin de sentarlo en una mesa de negociación.

            En este evento participó  la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Ángeles Moreno Bau, quien reiteró que las sanciones son medidas con efectos negativos en “nuestras poblaciones y exigen un sacrificio de nuestras sociedades” pero el costo de no adoptarlas sería mucho más elevado.

            Finalmente, Zhovkva reiteró que están listos para ingresar en la UE y que esperan  un proceso rápido de adhesión, porque Ucrania quiere mirar hacia Europa y no hacia el pasado ruso.

A COLACIÓN

            Se habló hace un mes en Bruselas, en el seno de la UE,  de la imperiosa necesidad de cerrarle el grifo energético a la Rusia de Putin para cortarle la maquinaria de dinero para comprar más armas para usarlas contra Ucrania.

En la más reciente reunión del Consejo Europeo, con la presencia de los líderes de los veintisiete, fue finalmente acordado un veto parcial al petróleo ruso; y es parcial porque la Hungría de Víktor Orbán se opuso totalmente esgrimiendo que su país y otros de Europa del Este dependen del crudo que llega por los ductos.

            Entonces lo que se veta es el envío de los barriles por la vía marítima lo que implica más  de dos tercios de las exportaciones de crudo ruso, para el malestar del Kremlin.

“Hemos decidido acabar con las importaciones de petróleo ruso en un 90% para finales de 2022 nos mantenemos unidos y sobre todo fuertes. Seguiremos apoyando a Ucrania”, dijo Emmanuel Macron, presidente de Francia.

Además del veto al crudo a través de barcos, quedarán excluidos del sistema de pago SWIFT, tres bancos rusos; se incluyen en el listado de sancionados a 70 rusos más  y se prohíbe  la emisión de tres  canales de televisión  pública. Las sanciones siguen pero Putin no se ablanda y el conflicto bélico empieza a ser cansino.