Los pueblos oaxaqueños de Tamazulápam del Espíritu Santo y San Pedro y San Pablo Ayutla firmaron un acuerdo de paz para finalizar con 50 años de pugna por el agua.
El tratado entre los pueblos tuvo lugar durante la conferencia matutina del presidente Andrés López y contó con la firma de este y del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, como testigos.
“En Oaxaca hay gobernabilidad. Y quiero ser muy puntual porque me parece que es un tema que está hoy en boga a nivel nacional. Aquí en Oaxaca elegimos una manera de gobernar, y esa es a través de la coordinación. Nosotros entendemos que cuando se está en el gobierno hay que trabajar en equipo porque son los equipos los que ganan campeonatos”, dijo Murat desde el 98 Batallón de Infantería en Santa María Huatulco, donde se realizó la conferencia en la que se supervisó el operativo de ayuda a la población, tras los estragos del huracán Agatha.
Murat resaltó que rechaza “la polarización” y destacó que en Oaxaca, pese a las diferencias y conflictos han priorizado el diálogo entre los 570 municipios de la entidad, durante los seis años de su administración.
“Como gobernador rechazo la polarización, como gobernador no creo que a partir del odio se pueda construir la esperanza de un país diferente: se construye a partir del diálogo, a partir de los acuerdos y eso es lo que hemos sabido hacer aquí en Oaxaca y los resultados están más que en palabras en hechos contundentes”, apuntó.
Jesús Galván Rojas, presidente municipal de San Pedro y San Pablo Ayutla, indicó que el acuerdo de paz (que se firmó desde el 2 de septiembre pasado) es resultado de un año de diálogo y trabajo, pues ya estaban “cansados de tantos problemas y conflictos agrarios y por la disputa del agua” entre ambos pueblos.
“Ya tenemos nuestra sentencia y agradecemos el trabajo que hizo el Tribunal Agrario para darle legalidad al acuerdo que ambos pueblos decidimos, en donde claramente se habla de la delimitación territorial, construcción de mojoneras y compartir el agua”, explicó.
En tanto, Rafael Juárez Martínez, presidente municipal de Tamazulápam del Espíritu Santo, explicó que este acuerdo termina un conflicto de más de 50 años, y ahora ambas comunidades podrán compartir el deporte, la fiesta, la música y en los trabajos a favor de sus comunidades.
“Hoy podemos decir que estamos en paz, estamos celebrando una nueva relación social político y en todos los ámbitos”, declaró.
Los pobladores de las localidades indígenas mixes superaron así un añejo conflicto agrario que ambas localidades mantenían en este punto de la región Sierra Norte.
Lo anterior, debido a que el pueblo ayuujk de Ayutla fue privado del servicio del agua potable en junio de 2017, cuando un grupo de sujetos armados, al parecer del pueblo vecino de Tamazulápam del Espíritu Santo, los despojaron de tierras y destruyeron el sistema de suministro de agua del manantial, Jëënanyëj, en perjuicio de más de 3 mil personas.