Unos 5.000 manifestantes se reunieron en un histórico parque de Riga tras marchar por el centro de la capital letona para marcar el fin de la semana del Orgullo LGTB y en solidaridad con Ucrania.
Los asistentes, en su mayoría jóvenes, portaban banderas arcoiris y algunas enseñas ucranianas y corearon eslóganes a favor de que el país báltico adopte un proyecto de ley que legalice las uniones civiles homosexuales, y que se encuentra bloqueado en el parlamento.
El alcalde de Riga, Martins Stakis, se dirigió a los manifesantes y afirmó la importancia de elegir los «valores correctos» que definió como «europeos» y «occidentales», que contrapuso a los que se ven «más allá de la frontera oriental», en referencia a Rusia.
Stakis, elegido como parte de la plataforma liberal Por el Desarrollo (APar), que más tarde abandonó por disputas internas, es el primer regidor de Riga que se manifiesta en público en un evento del Orgullo LGTB desde que estos comenzaron en 2005, algo que la mayoría de políticos letones ha evitado hacer hasta ahora.
No obstante, en esta ocasión también participaron en la marcha representantes políticos como el ministro de Sanidad, Daniels Pavluts, y el diputado del Parlamento Europeo Ivars Ijabs, ambos de APar.
La policía, que desplegó un fuere dispositivo en torno a la ruta de la manifestación, informó de que una persona fue detenida por intentar interrumpir el evento y por desobediencia a las autoridades.
Un puñado de contramanifestantes se apostaron a lo largo de la ruta con pancartas en inglés y en letón que advertían que «el pecado os destruirá», mientras que en algunas ventanas había colgadas banderas arcoiris y varias personas saludaron desde los balcones.
Kristina Garina, una activista por los derechos LGTB que contribuyó a organizar la marcha, explicó en declaraciones a Efe que el ambiente ha cambiado mucho desde que las primeras manifestaciones en 2005 y 2006 se enfrentaron a incidentes violentos y a la hostilidad de un gran número de contramanifestantes.
«Esto cada vez se parece más a una celebración normal y a un carnaval,» afirmó a Efe una participante en la marcha, después de la cual hubo un concierto con grupos de música locales en el parque Vermanes, en el que se instalaron tenderetes de comida y bebida y de diversas organizaciones.
Dos partidos políticos, el liberal APar y los socialdemócratas Progresistas, que también forman parte de la coalición que gobierna Riga, mostraron su presencia con sendos puestos en el parque.
A principios de este mes, el parlamentó letón o Saeima bloqueó por dos veces una ley para legalizar las uniones civiles del mismo sexo, después de que uno de los socios de la coalición de Gobierno se ausentase de la votación para evitar que hubiese cuórum suficiente para aprobar el borrador.
Según un sondeo de 2021, la opinión pública en Letonia está dividida y el 42 % favorece que las parejas LGTB puedan acceder a las uniones civiles, mientras que el 43 % está en contra.