Los líderes de la OTAN prevén impulsar en su cumbre de esta semana en Madrid el refuerzo de las tropas desplegadas en el este de la Alianza y multiplicar de 40.000 a más de 300.000 los efectivos en alta disponibilidad ante Rusia, que considerarán “la mayor amenaza” para su seguridad.

“Nuestra cumbre en Madrid esta semana será transformadora”, aseguró el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, en una rueda de prensa en Bruselas previa a la cita del miércoles y el jueves en la capital de España.

Una de las principales decisiones que tomarán los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN, explicó, será la de “transformar” la Fuerza de Respuesta y aumentar el número de fuerzas de alta disponibilidad hasta superar ampliamente los 300.000 efectivos.

La Fuerza de Respuesta de la OTAN, una fuerza multinacional altamente preparada y tecnológicamente avanzada formada por componentes terrestres, aéreos, marítimos y de Fuerzas de Operaciones Especiales que la Alianza puede desplegar rápidamente allí donde sea necesario, cuenta actualmente con 40.000 efectivos.

Para llevar a cabo ese refuerzo, la OTAN prevé tener más equipos preposicionados y reservas de suministros militares, el despliegue de más capacidades -como la defensa aérea-, el refuerzo del mando y control y unos planes de defensa mejorados, con fuerzas “preasignadas” para defender a determinados aliados.

Estas iniciativas suponen “la mayor revisión de nuestra disuasión y defensa colectiva desde la Guerra Fría”, dijo el político noruego.

Asimismo, afirmó que en la cumbre “reforzaremos nuestros batallones en la parte oriental de la Alianza hasta el nivel de brigada”.

Tras la agresión de Rusia a Ucrania en 2014, la OTAN decidió instalar cuatro batallones multinacionales en Polonia y los países bálticos, mientras que la guerra iniciada por Moscú este año contra su vecino ha llevado a los aliados a duplicar su número y desplegar otros cuatro en Rumanía, Bulgaria, Hungría y Eslovaquia.

Stoltenberg precisó que espera que esa conversión de batallón en brigada se producirá en “algunos” de esos países y argumentó que no hay una misma solución que encaje para todos, ya que depende de las “necesidades” de cada aliado.

RUSIA, LA MAYOR AMENAZA

El secretario general aliado también se refirió a que en Madrid la OTAN aprobará un nuevo Concepto Estratégico, el documento que dirigirá sus acciones en la próxima década en respuesta a “una nueva realidad de seguridad” y que supondrá “un cambio fundamental en la disuasión y la defensa” de la Alianza.

“Nos guiará en una era de competencia estratégica”, dijo, y confió en que el nuevo Concepto Estratégico “deje claro que los aliados consideran a Rusia como la amenaza más importante y directa para nuestra seguridad”.

En el Concepto Estratégico actualmente en vigor, adoptado en la cumbre de Lisboa de 2010, los aliados califican todavía a Rusia como un socio estratégico.

En cambio, Stoltenberg explicó que ese país «se ha alejado del diálogo que hemos intentado mantener durante muchos años” y que los acuerdos firmados con Moscú ya no están funcionando “simplemente porque ha escogido la confrontación frente al diálogo”.

“Tenemos que responder a esa realidad. De ahí el cambio fundamental en nuestra disuasión y defensa”, indicó, aunque reconoció que seguirá siendo necesario mantener unas “líneas de comunicación” con Rusia para evitar incidentes.

Por otra parte, aseguró que el Concepto Estratégico que salga de Madrid “abordará por primera” a China y “los retos que plantea a nuestra seguridad, intereses y valores”, así como la evolución de otras amenazas y desafíos, incluyendo el terrorismo, el ciberespacio y la guerra híbrida.