Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y China, Xi Jinping, se mostraron hoy dispuestos a liderar un mundo que ha cambiado profundamente en los últimos meses, especialmente debido a las crisis de Ucrania y Taiwán, frente a las injerencias de Occidente.
«El mundo cambia vertiginosamente, pero sólo hay una cosa invariable: la amistad entre China y Rusia», dijo Putin durante la encuentro celebrado en la ciudad uzbeka de Samarcanda en víspera de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) liderada por China y Rusia.
Putin y Xi se reunieron por última vez en Pekín a principios de febrero, ocasión que el jefe del Kremlin aprovechó para informarle sobre la inminente «operación militar especial» en el país vecino, que arrancó tres semanas después, respetando la tregua olímpica.
Desde entonces, Rusia ha sido objeto de numerosas sanciones debido a su intervención armada en Ucrania, mientras China protagoniza desde agosto un contencioso con EEUU debido a las «provocaciones» de Washington en el estrecho de Taiwán.
LÍDERES DEL CAMBIO
Xi, que realiza su primera gira exterior en más de dos años, llamó a Putin a liderar el mundo ante «los grandiosos cambios nunca antes vistos en toda la historia».
«Estamos dispuestos con los colegas rusos a servir de ejemplo como potencias mundiales responsables y jugar un papel de liderazgo para conducir ese mundo rápidamente cambiante a una trayectoria de desarrollo estable y positivo», señaló.
Además de reforzar la cooperación económica y comercial, el líder del gigante asiático considera que Moscú y Pekín deben «defender los intereses de los países en desarrollo».
Xi, que llamó «querido amigo» a su colega ruso, destacó que ambos hayan seguido manteniendo «contactos estratégicos» incluso durante la pandemia del coronavirus.
En respuesta, el líder ruso denunció que «los intentos de crear un mundo unipolar han adquirido últimamente un cariz repugnante y absolutamente inaceptable para la mayoría de países del mundo«.
En cambio, destacó que «el tándem Moscú-Pekín juega un papel clave a la hora de garantizar la estabilidad global y regional».
Putin subrayó que Rusia y China abogan por la formación de «un mundo justo, democrático y multipolar basado en el derecho internacional y el papel central de la ONU».
«Y no en ciertas reglas inventadas por alguien que intenta imponérselas a otros, sin explicar de qué se trata», añadió.