El canciller cubano, Bruno Rodríguez, aseguró este miércoles que el Gobierno de EE.UU. «tendría el deber moral» de aplicar «exenciones humanitarias» al embargo por la crisis que sufre la isla por la conjunción de la pandemia, la situación internacional y el paso del huracán Ian.

Rodríguez hizo estas declaraciones en la presentación del tradicional informe anual del Gobierno cubano sobre el costo de las sanciones de Washington a la isla.

El canciller reconoció que la codificación legal de las sanciones en la Ley Helms-Burton dificulta la eliminación total del embargo, pero subrayó que EE.UU. «podría hacer lo correcto», y trabajar en el «levantamiento y flexibilización» del bloqueo, solo con «las capacidades ejecutivas», esto es, con decisiones del presidente norteamericano, Joe Biden.

Agregó que ya en el pasado EE.UU. ha tomado medidas de este tipo ante situaciones extraordinarias en la isla, como en 2001, cuando tras el huracán Michelle el Gobierno del republicano George W. Bush aprobó ciertas flexibilizaciones por motivos humanitarios.

También apuntó que puede ser positivo que permitiera donaciones por desastres naturales, un acto «humanitario», apegado al «derecho internacional» y en «interés de EE.UU. y Cuba».

«El bloqueo es la pandemia permanente, el huracán constante», comparó el canciller.

Rodríguez afirmó que durante los primeros 14 meses del Gobierno de Biden, el costo de las sanciones ascendió a 15 millones de dólares al día, un «récord histórico».

Según la estimación del Gobierno cubano, en ese periodo el costo del bloqueo asciende a 6.364 millones de dólares y, en las 6 décadas de sanciones continuas de Estados Unidos, la cuenta se eleva a 154.217 millones de dólares.

El bloqueo, especialmente con las últimas medidas, está «quirúrgicamente mejor diseñado» para atacar los «principales ingresos del país, buscando con saña incrementar el impacto en vida cotidiana nuestra población», afirmó.

Argumentó que las sanciones son uno de los factores detrás del grave desabastecimiento de alimentos y medicinas, y los frecuentes apagones diarios. No obstante, reconoció también fallos en la política interna.

«Nuestro pueblo sufre. Cuba tiene derecho a vivir sin bloqueo, tiene derecho a vivir en paz. Cuba estaría mejor sin bloqueo. EE.UU. sería un mejor país sin bloqueo», afirmó.

Estados Unidos instauró las primeras sanciones a Cuba hace seis décadas y con el paso de los años ha ido incorporando nuevas medidas que afectan económica, comercial y financieramente a la isla.

La última ronda de sanciones -las llamadas 243 medidas- se aprobaron en los últimos meses del mandato del anterior presidente estadounidense, el republicano Donald Trump. Su sucesor, el demócrata Joe Biden, tan solo las ha eliminado parcialmente.

Cuba ha llevado a Naciones Unidas durante los últimos 30 años una resolución de condena de las sanciones, que ha sido siempre aprobada de manera mayoritaria, aunque sin repercusiones prácticas para el embargo.