Italia pidió hoy al barco humanitario Humanity 1 que abandone sus aguas con 35 migrantes a los que no se les permitió bajar en el puerto de Catania (sur), al contrario de otros 144 que sí pudieron bajar a tierra por ser considerados vulnerables, en el marco de la nueva política de desembarcos selectivos.

La petición llegó pasado el mediodía de hoy pero el capitán de la nave, Joachim Ebeling, se ha negado a obedecer y pretende seguir en el puerto hasta que haya desembarcado a todos los migrantes.

La ONG que gestiona la nave, la alemana SOS Humanity, ha apelado ante el Tribunal de Roma las leyes aprobadas por el Gobierno italiano en materia migratoria.

La estrategia del Gobierno italiano, que preside la ultraderechista Giorgia Meloni, se basa en permitir el desembarco de los barcos de las ONG únicamente a los rescatados más vulnerables o enfermos, mientras que el resto serán devueltos a aguas internacionales.

La nave alemana Humanity 1, de la organización SOS Humanity, entró anoche en el puerto de Catania y, tras una supervisión por parte de las autoridades portuarias, pudieron desembarcar 144 inmigrantes, sobre todo mujeres y niños- mientras que 35 fueron dejados a bordo.

Este domingo, horas después de esta operación, las autoridades del lugar contactaron con el capitán Ebeling para pedirle que abandonara el puerto pero ese respondió que no puede hacerlo y que seguirá hasta que bajen todos.