El pleito que tuvo Arturo Beltrán Leyva con el entonces secretario de Seguridad, Genaro García Luna, al reclamarle que brindaba mayor protección al “Chapo” y al Cártel de Sinaloa, fue confirmado por uno de los testigos del juicio contra el ex servidor público, el narco colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega, alias “El Conejo”, quien trabajaba como enlace entre el Cártel del Norte del Valle y el de Sinaloa.

Durante su testimonio, Harold Mauricio Poveda recordó que después de idear un plan para «castigar» a «El Rey” Jesús Reynaldo Zambada para que cumpliera una pena dentro de la cárcel, ambos narcotraficantes terminaron por hacer las pases con una promesa de por medio hecha por el hermano del «Mayo»: regalar al colombiano un disco compacto con canciones de la autoría del integrante del Cártel de Sinaloa que hizo cuando estaba recluido.

“El Conejo” se encargaba de negociar y entregar la compra de las toneladas de droga que viajaba de Colombia a México. Mensualmente la operación se hacía por dos toneladas de cocaína cuyo traslado era realizado por el Cártel de los Beltrán Leyva bajo el mando de Arturo “El Barbas”, cuyo destino principal era el mercado de adictos en Estados Unidos.

En 1993, el colombiano llegó a México con la intención de cumplir con “el sueño americano” para cruzar la frontera a Estados Unidos; sin embargo, al no tener éxito, el sudamericano se inició en el negocio de la compra y venta de drogas ilícitas que distribuía en los antros principalmente de la Ciudad de México, según información del Noreste.

En la misma década, Harold Mauricio Poveda conoció a Arturo Beltrán Leyva convirtiéndose rápidamente en su principal colaborador para el trasiego de la cocaína. Durante su “administración”, “El Conejo” y “El Barbas” lograron transportar más de 20 toneladas del estupefaciente en promedio durante cada año.