El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) de México advirtió este lunes de riesgos por el cierre de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) del Gobierno porque orillará a los productores a buscar alternativas informales y al “coyotaje” (redes ilegales).
“La suspensión de las líneas de crédito ha obligado a los pequeños y medianos productores a buscar alternativas menos convenientes para financiar su actividad productiva primaria o de transformación, pudiendo caer en manos de intermediarios no formales o del ‘coyotaje’”, sostuvo en un posicionamiento Juan Cortina Gallardo, presidente del CNA.
El líder del sector agropecuario mexicano se refirió al anuncio de la semana pasada del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien envió reformas a la Cámara de Diputados para eliminar la FND, por considerar que es un órgano público descentralizado “atrofiado” e “incapaz de impulsar el desarrollo rural”.
La iniciativa del mandatario expone que en las últimas 2 décadas las ineficiencias en la FND han provocado que su cartera vencida ascienda a los 26.703 millones de pesos (unos 1.477 millones de dólares).
Sin embargo, el líder empresarial del sector primario mexicano, que aporta 3 % del producto interior bruto (PIB), enfatizó que esta propuesta legislativa “dejará a los productores al desamparo de una institución financiera que ha brindado créditos y apoyo desde hace casi 100 años”.
“El financiamiento para la producción agropecuaria es una pieza fundamental para alcanzar los objetivos de autosuficiencia alimentaria, crecimiento y mantener un campo dinámico y aprovechar las oportunidades y atender la creciente demanda de alimentos para nuestra población” destacó.
Recordó que el CNA promueve el financiamiento a las actividades agroindustriales del país a través de nuevos esquemas y de la banca comercial.
Aunque consideró que México necesita impulsar políticas públicas y programas de financiamiento “si quiere mantener el ritmo de crecimiento en el sector”.
Cortina explicó que el financiamiento es “una palanca de desarrollo” que permite modernizar al campo, brinda acceso a nuevas tecnologías para mejorar los procesos productivos y consolidar un “campo más incluyente, más productivo y sustentable”.
En 2022, la balanza comercial agroalimentaria del país registró un superávit de 5.077 millones de dólares, el quinto mayor saldo positivo en 28 años, según cifras oficiales.
En este lapso las ventas agroalimentarias al exterior rompieron récord, sumando 41.602 millones de dólares, un aumento del 14 % respecto a los 36.532 millones de dólares de igual periodo del año previo.